Toto Wolff repasa la situación de Mercedes antes de introducirse en lo que será su octava temporada en la categoría reina
En la pasada campaña de Fórmula 1, Mercedes conseguía por tercera vez consecutiva el título mundial de constructores y de pilotos, después de que en 2009 anunciara su incorporación en la categoría al comprar la mayoría de acciones de Brawn GP.
Este último título mundial de pilotos fue conseguido por el alemán Nico Rosberg, el cual llevaba desde 2010 en el equipo alemán, y que tras conseguir su tan ansiada meta, decidió retirarse y dedicarse a su familia.
Sin embargo, no ha sido la única salida importante del equipo, Paddy Lowe, director técnico de la escudería desde 2013, anunció su salida el pasado 10 de marzo de 2016, y ahora mismo está a punto de comenzar una nueva temporada en la que fue su primera casa, Williams.
Tras estas dos bajas, Mercedes ha decidido incorporar en el equipo al piloto finlandés, Valtteri Bottas, en Williams desde 2012, y a James Allison, el cual proviene de Ferrari.
@MercedesAMGF1
Toto Wolff, jefe de Mercedes AMG, ha hablado al respecto de la situación de su equipo previa al inicio de la temporada 2017, en la cual defienden el título mundial por tercer año consecutivo después de un gran cambio en la normativa.
“Es el albor de una nueva era. Es la primera vez que la F1 ha cambiado la normativa hacia coches más rápidos. Hay nuevos propietarios y es una dirección diferente a nivel de toma de decisiones. En nuestro caso, hemos sufrido cambios importantes a lo largo de estos últimos meses, han sido ajetreados, pero también ha sido una etapa emocionante.
Hemos afrontado el cambio con fuerza y determinación, pero ningún equipo ha mantenido su dominio tras un cambio normativo tan importante. Sin embargo, tener el desafío de seguir en lo más alto es bueno para el equipo», se mostraba decidido y motivado.
El austríaco también ha expresado su opinión respecto al cambio de reglamento, un cambio significativo en los monoplazas a partir del cual podríamos encontrarnos con más de una sorpresa a nivel de rendimiento de los equipos.
«El objetivo de la nueva normativa era que se viesen los coches más rápidos de la historia. Tras ver los tests, vamos en esa dirección. Es un cambio radical, incluso son más espectaculares a nivel visual.
Con la nueva normativa, todo el mundo a vuelve a empezar de cero. Esto genera nuevas oportunidades, así como riesgos para todos los equipos de la categoría.
Como ejemplo tan sólo hay que retroceder hasta 2009, donde pudimos ver lo imprevisible que puede ser la F1, después de que Brawn GP se llevase el campeonato mundial tras estar a punto de desaparecer».
Respecto al mismo tema, ha hablado desde el punto de vista de los pilotos, y asegura que el cambio, al ofrecer un nuevo desafío, ha proporcionado mucha motivación para todos los pilotos de la parrilla, especialmente para los suyos.
«Lewis y Valtteri tienen una buena relación. Es amistosa y de respeto por lo que hemos visto en las reuniones de equipo hasta el momento. Comienza una nueva etapa para ellos porque estos nuevos monoplazas conllevan un gran desafío físico. Ambos pilotos coinciden en que las fuerzas G son enormes y afrontan motivados este nuevo desafío en 2017.
Nos vamos a tomar a todos los rivales de forma seria y respetaremos la habilidad de cada uno para encontrar el famoso botón mágico. En este deporte hay mucha gente inteligente y son los mejores en sus respectivos campos. Durante el invierno, hemos realizado el mejor trabajo posible, y si no somos rápidos en Australia, nuestro trabajo tratará de buscar otra dirección para volver a esa primera posición. Vamos a afrontar el cambio con energía y motivación”.
Para finalizar, habla al respecto de lo vivido en los pasados test de pretemporada en Barcelona, y afirma que la distancia entre los equipos punteros de la parrilla ha disminuido, aunque hasta Melbourne, todo son habladurías.
«Las diferencias entre los equipos de la parte alta de la parrilla han desaparecido. No sabemos nada de las cargas de carburante, pesos o configuración de potencia de otros coches, por lo que estamos a la espera de ver cómo se desarrolla la situación en Melbourne. Citando un dicho antiguo: cuando se apagan los semáforos es cuando la palabrería se termina».
