Aunque el equipo inglés deje de ser el único en montar los propulsores nipones, mantendrá una posición de preferencia frente al equipo suizo
La próxima temporada Honda tendrá que suministrar sus unidades de potencia no solo a McLaren, sino también a Sauber. Esto supondrá una inversión mayor del constructor japonés dentro de la Fórmula 1, y se espera que el hecho de poder tener cuatro monoplazas rodando les permita recopilar más datos que les ayuden a reducir el tiempo que tardan actualmente en encontrar y poner solución a los incontables problemas de fiabilidad y a la falta de rendimiento.
Sin embargo, esta nueva alianza con el equipo suizo no acabará con la posición dominante de McLaren en cuanto al suministro de propulsores, que tendrá preferencia frente a los de Hinwil. En palabras del responsable de la división deportiva de Honda, Masashi Yamamoto, la formación que lidera Monisha Kaltenborn será un mero cliente, siendo la escudería inglesa la que tome parte en el desarrollo del propulsor y la primera en recibir las actualizaciones de la unidad de potencia, algo similar a lo que el resto de constructores hacen con sus equipos oficiales.
«McLaren es reconocido como el equipo, y Sauber será tomado en cuenta como un cliente. Las decisiones y pruebas del desarrollo no se realizarán con Sauber, sino junto a McLaren. Entregaremos las especificaciones a Sauber con una diferencia de tiempo, ellos entienden que sea así. Además, el límite de propulsores para el próximo año estará en tres, por lo que hay que vigilar el momento de suministrar cada unidad de potencia.»
Por el momento, el dirigente de la marca japonesa ha confirmado que para poder trabajar con ambas escuderías de manera eficaz se doblará la cantidad de empleados con los que cuentan actualmente en su fábrica europea, situada en Milton Keynes. Si bien aumentará el personal, el japonés no cree que sea necesario ampliar las instalaciones, aunque no cierra la puerta a la posibilidad de aumentar el tamaño de la fábrica.
«Vamos a aumentar nuestro personal hasta alcanzar el doble, pero no cambiaremos la sede situada en Milton Keynes en la que se centran nuestras operaciones de competición. Creo que el espacio es suficiente, pero si necesitásemos más, podríamos utilizar otro edificio.»