La piloto española ha asegurado, en una entrevista concedida a Tercer Equipo, que los siguientes retos serán subir 4 puertos de montaña en Asturias con un chico invidente y con una deficiencia psíquica y completar la ‘Trans Eurasia Polar Expedition’ con José Manuel Barrós.
Judith Obaya, natural de Villaviciosa, ha conseguido numerosos logros entre los que se encuentran ser la primera piloto en recorrer en motocicleta, en solitario, los 21 mares de Europa (19 países, 27.000km, 45 días), ser la primera mujer piloto en atravesar el Sáhara occidental en motocicleta en total autonomía (3.200 km de puro desierto sin ningún apoyo externo) y ser la primera persona en atravesar el Sáhara occidental en bicicleta fuera de carretera (1.768 km).
De todas sus aventuras a dos ruedas, la piloto asturiana ha destacado, sobre todo, sus experiencias en el Sáhara porque el desierto le «pone a prueba» cada vez que entra en él y cada kilómetro que avanza «es como un premio» aunque ha añadido que «todas han tenido un sentido especial y han dejado huella».
Próximos retos
«De los 17 puertos de montaña de Asturias que prometí subir si me recuperaba bien del accidente sufrido en 2015, me quedan 4. En cuanto Juan, el chico invidente y con deficiencia psíquica que los corre conmigo, pueda, los haremos».
«En noviembre, mi compañero de equipo y yo, queremos salir desde Finisterre hacia el estrecho de Bering (Trans Eurasia Polar Expedition). Son 3 meses de viaje en condiciones muy extremas. Son 40.000 kilómetros en total, más de 4.000 en el Círculo Polar Ártico, y rodaremos a -50ºC».
«Muchos kilómetros los haremos sobre hielo ya que no existen carreteras y hay que calcular bien los ciclos para que no deshiele antes de salir de allí. Seremos dos pilotos, Jose Manuel Barrón y yo (Motorcycle Experiences) y dos motocicletas que aguanten esas condiciones climáticas y preparadas para tener autonomía para llegar desde un punto de repostaje al siguiente».
«Nuestra equipación ha de ser especial y el equipo de acampada, por si un día no da tiempo a llegar a lugar seguro será especial para esas condiciones».
«También estoy entrenando para cruzar el Sahara nuevamente, esta vez corriendo, pero antes he de comprobar que mis tibias y rodillas están bien. Hace años me lesione y debo asegurarme de poder terminar».
Rutas destacadas
«Todas han tenido un sentido especial y han dejado huella, pero el Sahara me ha marcado especialmente. El desierto me pone en mi sitio. Me pone a prueba cada vez que entro en él, y cada kilómetro que avanzo es como un premio».
«Por otro lado, su gente humilde y hospitalaria me hace sentir bien, aprendo mucho de ellos, sobre todo a no rodearme de cosas innecesarias y a valorar lo que tengo».
«Su paisaje, nada aburrido, despierta todos mis sentidos. Antes de conocerlo no esperaba que fuese tan variado y bonito, nunca imaginé flores en el medio de la nada, y me sorprende como las montañas cambian de forma y color igual que cada una de las piedras que las forman. Redondas y doradas en unas ocasiones, cuadradas y muy negras en otras».
Sensaciones antes de la primera aventura
«Solo deseaba que nada me parase. Para todo lo que podía pasar tenía una sola respuesta en mi cabeza: -¿Por qué preocuparse de algo que no ha sucedido aún? En el momento en que suceda ya analizaré y resolveré.-«.
«Me marqué unas pautas, observar todo lo que me rodea, buscar el sitio para dormir antes de que anochezca, nunca separarme de la moto… pequeñas cosas que evitan sustos innecesarios».
Mayor apoyo
«Mis padres y más tarde mis hijos. Mis hijos a su manera siempre me han dicho que hiciese lo que me gustase y que disfrutase de ello. Mis padres saben desde siempre que mis aficiones no son muy convencionales, pero les gusta verme bien y feliz».
«Cada vez que les hablo de un nuevo proyecto me dicen que vaya con cuidado, y se que no están preocupados y que confían en mi cuando les veo contarlo, orgullosos, a vecinos y amigos».
«No olvidaré nunca cuando salí hacia ‘20Mares’. Era muy temprano y bajaron en bata a la calle para despedirme. Mi padre me dijo muy serio: -piensa que debes ser disciplinada. Las comidas y las horas de sueño son tan importantes como todo lo demás, si no, no aguantarás…- Fue difícil mantenerlo durante todo el viaje por las condiciones en que viajaba y la falta de dinero, pero lo intenté y todo fue bien».
La cima de Judith Obaya
«No veo ninguna cima, seguiré ascendiendo mientras pueda. No tengo marcado un punto final o límite, si algún día lo dejo será por falta de medios pero no por flaqueza. De hecho el equipo de Motorcycle Experiences tiene más proyectos en estudio de este nivel, y si nos apoyan seguiremos con ellos. Y desde aquí invito a las productoras a participar en nuestras aventuras, y dar así un paso más en nuestra trayectoria. No somos actores, somos trabajadores normales, protagonistas cercanos al público en general que hacen sentir viva a la gente que nos sigue y con la que se identifican».
Lugares más bonitos
«He conocido lugares realmente bonitos. Noruega, con cementerios que parecen jardines, casas de madera color burdeos y césped en los tejados, iglesias centenarias construidas totalmente de madera y túneles en forma de ‘V'».
«Ciudades como Brujas, Bremen… la región de Frisia en Holanda con sus casas unifamiliares casi todas iguales entre puentes levadizos y canales atestados de pequeños barcos».
«La bulliciosa Estambul. Cruzar Estambul en moto es toda una hazaña, aún veo la multitud de personas, cargadas de cacharros de lata, cruzando entre cientos de coches que no dejan de tocar el claxon…».
«Paisajes como los Fiordos, Alpes, Elbrus y Atlas…Es muy difícil decir cual ha sido el más bonito».
Problemas importantes durante las rutas
«Sí hubo momentos muy difíciles. El calor extremo de Sáhara o Turquía, el frío de las noches en Noruega. Una lipotimia en Grecia por deshidratación. Algunos días de hambre y muchos de ganas de comer algo que no fuese un bocadillo, pero no hubo ni un solo momento en el que pensase abandonar».
«Siempre me he encontrado con gente muy buena y desprendida que estoy segura que me ayudarían si lo necesitase. Nunca he tenido un problema de avería seria o accidente que me obligase a parar y espero que continúe así».
Pionera en el sector
«Supone que la gente me va conociendo y va viendo que voy en serio, que no se trata de algo pasajero. Comienzan a valorar todo el esfuerzo y a involucrarse cada vez más».
«Por otro lado mentiría si dijera que no me siento satisfecha. Estoy orgullosa de como he ido evolucionando hacia lo que verdaderamente me gusta y me llena. Le doy el valor que se merece, tampoco más».
«Creo que el éxito es el premio por todo el esfuerzo diario estudiando, preparando y entrenando cada reto, me hace confiar cada vez más en lo que hago y me incita a seguir».
Un consejo a la Judith Obaya del pasado
«No atarse a nada. Trabajé desde muy joven y mucho. He empezado a disfrutar verdaderamente de la vida cuando lo dejé todo para comenzar, de nuevo, a ser yo misma».
«¿Hipotecas?, ¿Propiedades?… era dueña de muchas cosas pero no tenía lo más importante, satisfacción personal».
Momento más feliz a dos ruedas
«Ha habido muchos. Llegar a la Plaza Roja de Moscú me hizo llorar. Me parecía que llegar sola hasta allí en una enorme moto en la que no llegaba con los pies al suelo y guiándome únicamente por las indicaciones de los lugareños, era algo a tener en cuenta, me sentí muy orgullosa y lloré de emoción».
«También me emocioné cuando terminé las dos travesías en Sahara. Por un lado me sentí feliz de terminar bien, y a la vez me preguntaba, con cierta angustia, que haría al día siguiente si ya todo había terminado».
