El ingeniero italiano era hasta ahora el responsable de los propulsores italianos desde que el pasado año ocupase el puesto de Mattia Binotto
Con la llegada de los V6 Turbo en 2014, Ferrari, lejos de aprovechar el enorme cambio con respecto a los V8 y acabar con varios años de sequía en la lucha por el título, sufrió una completa debacle debido a un mal concepto tanto del chasis como de la unidad de potencia. Esto provocó el cambio en la dirección de la marca y la salida de multitud de ingenieros, como Luca Marmorini, encargado de los propulsores italianos y que ante tal desastre fue despedido por el entonces jefe del equipo, Marco Mattiacci.
El lugar de Marmorini lo ocupó entonces Mattia Binotto ayudado por Lorenzo Sassi, y el cambio de rumbo en 2015 fue evidente; dejaron atrás gran parte de los problemas de fiabilidad y recortaron una enorme distancia a Mercedes, lo que ayudados por el desarrollo del chasis les permitió terminar el año con un botín de tres victorias.
El pasado año con la marcha de James Allison el departamento de propulsores sufrió un nuevo cambio cuando Binotto fue llamado para ocupar el puesto de director técnico que abandonaba el inglés, y dejaba así a Sassi como responsable de las unidades de potencia de Maranello. Sin embargo, este cambio que se producía con la temporada ya avanzada no ha afectado al desarrollo del tren de potencia para este año como reflejan las tres victorias cosechadas por Sebastian Vettel y los 14 puntos de ventaja con los que el alemán lidera el campeonato con respecto a Lewis Hamilton.
A pesar de los resultados de este año, gracias no solo al buen chasis que han construido los italianos sino también a las pequeñas diferencias entre los motores Ferrari y Mercedes, según apunta el medio italiano Il Giornale, ésta progresión y el liderato del campeonato de pilotos no habrían sido suficientes para Sergio Marchionne, que ha decidido apartar a Lorenzo Sassi de la escudería y por tanto del desarrollo de los propulsores, aunque se desconoce si el ingeniero ocupará otro cargo dentro del grupo Fiat.
Esta destitución sin duda no beneficiará al desarrollo de la unidad de potencia, que para el próximo Gran Premio de Gran Bretaña tiene prevista una evolución importante. La desvinculación de Sassi no afectará a dicha evolución pero si lo hará al resto del programa previsto para este año, un impacto del que Sebastian Vettel no ha querido hablar cuando ha sido preguntado por el tema, desviando la pregunta a la dirección del equipo.
«No se a que te refieres, es mejor que preguntes más arriba.»
Si bien no se entiende la salida de Sassi dado el buen rendimiento del propulsor esta temporada y que refleja el buen trabajo que se ha realizado, la causa podría deberse al hecho de no alcanzar los niveles de fiabilidad de Mercedes y que podrían dificultarles la lucha por el título. Vettel ya ha montado tres de las cuatro unidades de MGU-K y MGU-H disponibles para el año, además de haber montado el cuarto turbo, lo que obligará al alemán a penalizar la próxima vez que se sustituya la turbina de su SF70-H.