Séptimo abandono de diez carrera para el piloto de Mclaren
Y otro abandono más…con estas palabras podemos definir la carrera de Fernando Alonso hoy en el trazado de Silverstone.
Alonso que ya partía desde el fondo de la parrilla, debido a las diversas penalizaciones tras cambiar varios componentes en su motor, esperaba tener una carrera tranquila de cara a poder evaluar estas modificaciones con vistas a la carrera de Hungría en 15 días.
Entre otras mejoras, sabíamos por el mismo fabricante japonés, que algunas de estas evoluciones eran por razones de fiabilidad, especialmente las referidas a la MGU-H, pero a pesar de todo esto, no ha sido suficiente para permitir al piloto asturiano cruzar la meta.
La carrera empezaba bien para Alonso, tras esta vez si podía evitar los incidentes protagonizados por Sainz y Kvyat, conseguía situarse 13º, y eso incluso le permitía soñar con llegar a los puntos, cosa que en ese momento si estaba consiguiendo su compañero Stoffel Vandoorne.
A pesar de montar la ya tan famosa «especificación 3» del motor de su MCL32, el coche daba para poco más, y vuelta a vuelta quedaba claro que luchar por puntos será trabajo complicado, pero como ya hemos dicho otras veces, la carrera no finaliza hasta que baja la bandera cuadros y siempre puede ocurrir algo y subir posiciones de forma inesperada.
Pero todo acabo en la vuelta 34. Alonso sentía una pérdida de potencia en su monoplaza, y desde el box, le pedían que volviera a boxes, lo que suponía el séptimo abandono en 10 carreras para él, una cifra que realmente roza el esperpento si como es en este caso, hacemos referencia a uno de los equipos más laureados de la F1, y a uno de los pilotos con más talento de la parrilla.
La cara de resignación, y yo diría de hastió, era clara en la tez del español al tener que salir a dar la cara a los medios. Alonso explicaba cual parecía haber sido el problema:
«Parece que fue la bomba de gasolina, al menos esa es la versión oficial.- Perdimos potencia y nos tuvimos que retirar. Al menos esta vez, y dentro de lo que duele, la retirada duele un poco menos, ya que no estábamos en los puntos. Fue un fin de semana complicado, esperamos que vengan mejores.
Tenemos que mejorar en cuanto a la fiabilidad. Hay que acabar las carreras, si no el resto da igual. Al menos nos llevamos lo de la Q1, que fue el momento más divertido del fin de semana.»
Fernando ya piensa en la última cita antes del paron veraniego. Cita en la que no espera grandes cambios:
«Ahora ya toca pensar en Hungría, e intentar tener una buena carrera, tampoco es que vayamos a revolucionar nada ni que las cosas cambien demasiado. Sabemos que hay dos Mercedes, dos Ferrari y dos Red Bull, hay que intentar acabar en puntos o asegurarlos, esa es la única revolución que pueda haber.»