Este año la parrilla de la Fórmula 1 ha estado movida, no por lo cambios de pre o post temporada, si no por unos inusuales cambios durante el desarrollo de la misma. Solo basta con mirar la tabla de clasificación del 2017, en total han participado 24 pilotos diferentes, pero hemos tenido 10 equipos.
El caso más extremo lo ha vivido la escudería Toro Rosso, que inició la temporada con Carlos Sainz y Daniil Kvyat , bajó al ruso de su monoplaza y fue sustituido por Pierre Gasly. Luego Renault se llevó al español y colocaron en su lugar a Brendon Hartley, para finalmente darle una última oportunidad al Daniil en el GP de EEUU justo antes de desvincularlo de la familia Red Bull definitivamente.
@kvyatofficial
Este movimiento ha estado en la mira ya que era la segunda vez que el equipo arrebataba el asiento a su piloto. Primero en el enroque con Max Verstappen en 2016 y ahora en este último y final movimiento con Hartley. Helmut Marko, asesor del equipo, ha hablado respecto a la situación con algo de melancolía, asegurando que el ruso tiene más talento que los pilotos actuales de Toro Rosso.
“Estoy totalmente de acuerdo en que Kvyat tiene más talento que Gasly o Hartley. Desgraciadamente, sólo mostró eso en su primer año de Toro Rosso y Red Bull. Desde entonces, sus actuaciones han caído drásticamente”.
Para Marko, el principal aspecto que le ha jugado en contra a Daniil es el psicológico. Adicionalmente se vio afectado por problemas mecánicos que no tenían sus compañeros de equipo.
“Tenía problemas con los frenos y los neumáticos, problemas que –Daniel– Ricciardo no tenía, pero algo le ha sucedido desde un punto de vista mental. Perdió velocidad y seguridad, y todavía no sabemos a qué se debe todo esto. Intenté varias cosas para tratar de que volviera a su nivel, pero no volvió a ser lo que era antes, y desafortunadamente no tenemos idea de lo que pasó”.
Para finalizar, Helmut cree que parte de todo el problema que ha afrontado el ruso pudo haberse evitado si hubiera escuchado un poco más a las personas del equipo que trataban de ayudarlo.
“Hubo demasiados incidentes en los inicios de las carreras y no reaccionó demasiado bien a estas situaciones, se metió en su caparazón y no quiso escuchar a nadie. Es triste, porque recuerdo en Monza y Spa, cuando corrió en GP3, cuando logró demoler a sus rivales. Ha hecho carreras sensacionales”.
Todos hemos visto en carrera que el ruso podía tener velocidad y agresividad, algo que en ciertas ocasiones le jugó en contra. En Fórmula 1 parece que ciertos pilotos cuentan con una especie de aura, de suerte o destino que les permite ser agresivos y no quedarse casi nunca con la parte mala de esto. Otros no cuentan con esta bendición y la pasan bastante mal en situaciones que no dan para tanto.
