Una de las leyes de Murphy dentro de la Fórmula 1 es que, si un piloto corre en el trazado de su país, las cosas suelen salir mal, y así ha ocurrido en el Gran Premio de Francia. Los pilotos franceses no han tenido suerte hoy, teniendo que abandonar Pierre Gasly y Esteban Ocon en un accidente en la curva 4. El otro francés, Romain Grosjean, no pudo hacer mucho con un coche dañado y penalizado.
El piloto de Haas no estaba nada contento en sus declaraciones tras la carrera:
“Ya no sé ni siquiera el porqué los comisarios me pusieron una penalización de cinco a segundos, tendré que ir a los ingenieros para entender el porqué. Está mal pagado”.
A pesar de todo ello, Grosjean destacó que su carrera no fue nada fácil y que está satisfecho con el trabajo realizado:
«Después de todo lo que sufrimos el coche estaba muy dañado. El fondo plano se dañó en el lado izquierdo, pero di el máximo, estoy orgulloso de mí mismo en ese sentido. Teníamos demasiado equilibrio aerodinámico y al final hice bonitos adelantamientos, pero estábamos demasiado lejos de toda la batalla».
Las declaraciones no se quedaron ahí. Al parecer, su compatriota francés del equipo Force India, Esteban Ocon, reflejó en unas declaraciones que parte de la culpa de su abandono fue de Grosjean. El piloto de Haas tuvo que contenerse a la hora de ser preguntado sobre este asunto:
“En la derecha estaba Leclerc, no podía ir a otro lado. Será mejor que aprenda antes de hablar.”
A Grosjean se le están acabado las excusas. Ha pasado a ser esta temporada el piloto al que todo le pasa. Su rendimiento no acaba de salir y está siendo superado por su compañero carrera tras carrera. Si las cosas no cambian, va a ser un año muy complicado para el francés y, como ya se sabe en este deporte, si no rindes tienes todas las papeletas para irte.