En el equipo Red Bull parece que se enderezan las cosas. A pesar del buen arranque este año de Daniel Ricciardo, nunca parecía que todo terminase de salir bien con un Max Vertappen al que se veía muy nervioso, cometiendo errores sesión tras sesión, hasta llegar al gran desastre que supuso el Gran Premio de Azerbaiyán, con sus dos coches colisionando y abandonando el domingo.
Aunque la evolución del monoplaza, y sobre todo del motor Renault no es la esperada, las últimas citas del mundial han sido más ‘normales’, con la victoria del australiano en Mónaco, y los dos podios de ‘Mad Max’ en Canadá y Francia, ambos cosechados tras dos grandes carreras del holandés, lo que demuestra un principio de madurez que no habíamos visto esta temporada en él.
Tras firmar un buen arranque de año, de hecho el mejor del equipo de las bebidas energéticas en la era híbrida, con 2 victorias y 5 podios en las 8 pruebas que llevamos, el gran circo aterriza en su casa para el gran premio de Austria que se desarrolla en el Red Bull Ring.
Sobre el ambiente y lo que esperan de esta cita, el australiano lo tiene claro, principalmente a nivel culinario:
“Esperamos obtener un buen resultado, ya que es el circuito de casa para el equipo, y nos encanta ver a todos los fans austriacos de Red Bull durante el fin de semana. Las gradas siempre están llenas y las colinas son increíbles una vez sale el sol, hay muy buen ambiente; para mí Austria también significa mi plato preferido, ¡el Schnitzel!, ¡me puedo llegar a tomar hasta 12 durante la semana!”
Al trazado lo considera rápido, y tan corto que todo estará muy apretado:
“Spielberg supone una vuelta muy corta pero muy ajetreada. Es frenética, los sectores intermedio y final son muy muy rápidos, de hecho las dos últimas curvas son mis favoritas con los coches actuales. La carrera será muy intensa, ya que al ser los tiempos tan cortos, las distancias se reducen muchísimo, y un error te puede costar todo el trabajo realizado.”
Para su compañero Max Verstappen este gran premio es más especial si cabe, debido a que muchos fans holandeses aprovechan la cercanía del circuito para ver a su ídolo:
“Este fin de semana es siempre especial, porque además de ser la casa de Red Bull, tengo muchos fans holandeses apoyándome, he oído que habrá un espacio reservado en el que tendremos hasta 5.000 fans, ¡que espero hagan mucho ruido y me apoyen! . Quiero repetir el podio de 2016 delante de nuestro público, teniendo en cuenta que el año pasado pudimos hacer poco, debido al toque en la curva 1.”
Para finalizar, sobre el circuito, al igual que su compañero lo encuentra interesante:
“El diseño es divertido, con un sector 2 que es mi favorito, llegas a la zona interior e inmediatamente te encuentras con 2 curvas de izquierda muy rápidas, que son increíbles.”
Desde luego esperan un buen resultado, teniendo en cuenta que no montarán el nuevo MGU-K provisto por Renault, lo que les obligaría a penalizar y salir al final de la parrilla.