Pierre Gasly tiene hambre. La que es hasta la fecha la última joya del programa de jóvenes pilotos de Red Bull, ha afirmado no tener ningún miedo al panorama que se encontrará en su nuevo equipo.
Red Bull, si bien le brindará la oportunidad de luchar por cosas importantes, también trae consigo un precio: la tremenda presión a la que se verá sometido el francés bajo las órdenes de Christian Horner y la atenta mirada del doctor Helmut Marko.
Pero de todas ellas, la que quizá sea la mayor exigencia estará al otro lado del box, subido también al futuro RB15: Max Verstappen. El holandés tiene tomadas las medidas del equipo, tiene más experiencia que el piloto galo, y sobretodo un carácter que se llegó a barajar como una de las razones por las que Daniel Ricciardo abandonó el equipo este año.
Sean o no ciertos esos rumores, lo evidente es que sin la marcha del australiano ahora Pierre no podría disfrutar de este ‘problema’. De todas formas deja claro que no teme por su futuro estatus en el equipo, ya que al igual que Max tiene su carácter y personalidad, él también:
“No tengo ningún miedo a mi posición en el equipo el año que viene, y aunque sé que Max lleva más tiempo en Milton Keynes, tiene más experiencia que yo, y un carácter fuerte, yo también seré un miembro del equipo con los mismos derechos: no soy ni como él ni como Daniel (Ricciardo). Soy yo mismo, y lo único que voy a necesitar es tiempo para encontrar mi sitio.”
Tras apenas año y medio en el gran circo de la mano de Toro Rosso, el francés ya ha dejado actuaciones sobresalientes, que bien le ha valido este verano el pase al hermano mayor de la familia. Siempre ha tenido sus aspiraciones muy claras, y a partir de 2019 tendrá su meta más cerca que nunca:
“Siempre he querido ser campeón del mundo de F1, lo he tenido clarísimo desde que era un crío, y sin duda este paso en mi carrera marcará un antes y un después. Aunque he aprendido mucho, todavía queda mucho camino por recorrer, pero estoy feliz de acercarme cada vez más a mi sueño.”
Sin duda una de las grandes incógnitas de 2019. Toca esperar para comprobar si le pondrá las cosas difíciles a Max