No hace falta indagar mucho para darse cuenta de que ha sido una temporada difícil para Ferrari en todos los sentidos. Hace unas semanas saltaban las alarmas en Maranello al hacerse público el interés de equipos como Mercedes o Renault en su director técnico Mattia Binotto. No obstante, Maurizzio Arribavene negó categóricamente que el suizo fuese a dejar la Scuderia, y tildó esos rumores de “noticias falsas”.
La cosa pareció quedar solo en eso, rumores, pero desgraciadamente para Ferrari no ha sido así. Tras diversas declaraciones tanto de Maurizzio Arrivabene como de Sebastian Vettel, en las cuales achacaban al rendimiento del SF71H la pérdida del campeonato, Binnotto decidió reunirse con la cúpula de la Scuderia para decidir cómo prodeceder.
Según Daniele Sparisci y Giorgio Terruzzi, del diario italiano Corriere della Sera, «en los días posteriores a Abu Dhabi, Binotto solicitó una reunión con sus jefes para comprender cómo actuar«.
Además, siempre se ha hablado de la tensa relación entre Binotto y Arrivabene, aunque este último la haya negado en todo momento. Esto sumado a las declaraciones de Vettel en las que argumentó «si tienes una visión global de todo el año, creo que todavía estábamos muy lejos», podría justificar el desencanto del director técnico del equipo.
Aún así, la voluntad de Mattia Binotto sería continuar en el equipo para llevar a Maranello los títulos que tanto anhelan en la Scuderia del Cavallino Rampante. Sin embargo, ha exigido claridad, protección de roles, y serenidad en el entorno para proseguir con su tarea.
Desde el «Corriere della Sera», apuntan también que el nuevo presidente de Ferrari John Elkann ha aumentado en las últimas semanas sus visitas a la fábrica notablemente en un intento de encontrar una solución al problema, «últimamente ha aumentado la frecuencia de sus visitas a Maranello. Heredó la organización del equipo, pero no ha tocado nada en los últimos meses, mientras que sus apariciones públicas fueron muy raras, pero ahora se le ha pedido que devuelva la serenidad y la fuerza«.
Si bien desde Italia llegan rumores de que el coche de 2019 está casi listo y las primeras pruebas del túnel de viento son satisfactorias, Elkann deberá tomar una decisión rápida en lo referente al futuro de Arribavene. El director del equipo no está confirmado para el año que viene. Su confirmación podría hacer que Binotto se marchase, por lo que el presidente de Ferrari deberá decidir si prefiere salvaguardar a su director técnico o al jefe de equipo. O quizá, encontrar los factores necesarios para que el tándem Arribavene – Binotto funcione con solvencia.