Una vez más Liberty Media tratará de mejorar el espectáculo que proporciona la F1 a sus fans. Dentro de la revolución que se espera para 2021, con un paquete de novedades que afectará a prácticamente todos los aspectos del monoplaza, es quizá la reglamentación que afecta a las unidades de potencia la que ha dado más quebraderos de cabeza a los nuevos dueños del gran circo.
Y es que hasta hace no demasiado, la idea original era simplificar los motores para reducir costes y complejidad, cosa que era del agrado de los motoristas que se mostraban interesados en entrar, como era el caso de Aston Martin, Cosworth y Porsche. Esta simplificación se pretendía llevar a cabo suprimiendo el sistema de recuperación de energía térmica (MGU-H).
Pero llegados a este punto, los cuatro motoristas que actualmente participan en el mundial (Mercedes, Ferrari, Renault y Honda) se negaron en rotundo alegando que supondría un aumento del gasto para todos los fabricantes. Resultado: el MGU-H se quedaba, y los nuevos pretendientes a un lugar en la parrilla se esfumaban.
Pero Liberty no se rinde, y siguen convencidos de que para mantener la buena salud del campeonato, hacen falta más fabricantes. Y es por ese empeño por el que parece que se ha llegado a un acuerdo entre las partes, con Liberty cediendo y no cambiando la normativa de las PU, y con los equipos a cambio cediendo tecnología a los nuevos motoristas que vayan entrando.
Ross Brawn, que es el director deportivo de la F1, ha explicado que en el tira y afloja con los equipos, ha sido de vital importancia ceder algo de terreno:
“Han levantado el puente levadizo, y los fabricantes actuales no quieren ver otros motores en la parrilla, pero por suerte hemos alcanzado un acuerdo: los nuevos participantes tendrán algo de ayuda de los motoristas ya existentes, que tendrán que compartir su tecnología con los nuevos, si así se requiere.”
Aunque al final no ha resultado como ellos habrían deseado, admite que están contentos con el rumbo que está tomando el asunto:
“No es tan extremo como teníamos en mente, pero es un gran paso adelante, ya que los cambios también otorgarán mayor responsabilidad al piloto en la toma de decisiones con respecto al motor. En definitiva, los fabricantes actuales se han dado cuenta de que no pueden cerrar el mercado de la F1 para siempre, y colaborarán.”
Sobre el otro gran asunto de cara a 2021, el límite presupuestario que los equipos grandes ven con tan malos ojos, Brawn se muestra confiado, ya que espera convencer a los grandes de que, aunque pierdan algo de dinero con la nueva distribución de los premios, se les compensará al alcanzar un techo de gasto eficiente, con lo que reducirán costes significativamente:
“La redistribución de ingresos se verá compensada con la reducción de costes, así que si seguimos adelante con nuestras propuestas, no habrá ningún equipo de F1 que no mejore sus condiciones.”