El equipo salvaba la categoría agónicamente la temporada 2017-18, concluyendo la fase regular en 10ª posición, con Raúl Quintana al frente del conjunto grancanario, con un balance de 7 victorias y 15 derrotas, que servía para escapar del temido descenso por una diferencia mínima de una victoria sobre el penúltimo clasificado, el CV Mediterráneo, pero con los mismos 20 puntos en su casillero.
Paco Sánchez Jover decidía emprender grandes cambios en todos los ámbitos de la entidad grancanaria, comenzando por su regreso a los banquillos para enderezar el rumbo deportivo del equipo, apostando por mantener el bloque de los años anteriores, además de recuperar a dos valores criados y formados en el club, como son Arabisen Rodríguez y Luca Biliato, además de apostar por jóvenes valores procedentes de la Superliga 2 y que aportaban frescura y futuro a un equipo joven, con calidad y un gran margen de mejora por delante.
Junto a la leyenda del voleibol español se incorporaban dos mitos del CV 7 Islas como Semidán Déniz y Christian Ramos, que reforzaban el nuevo cuerpo técnicodel equipo amarillo en calidad de asistentes; dos hombres que están aportando su experiencia y conocimientos técnicos, además de ser piezas fundamentales en la sensacional integración de las nuevas incorporaciones al equipo esta temporada.
El CV 7 Islas refrescaba su imagen corporativa con un cambio de logo, mucho más visual y atractivo que el precedente y actualizaba su web oficial para adaptarse a los nuevos tiempos, con un contenido más dinámico y de calidad, tendente a mantener informado al aficionado de toda la actualidad que envuelve al equipo en una temporada en la que se quería hacer borrón y cuenta nueva con las malas sensaciones de la temporada anterior.
En lo social, el CV 7 Islas se convertía este verano en uno de los buques insignia del municipio de Santa Lucía, designado como Ciudad del Deporte en este año 2018 que toca a su fin, poniendo en marcha el ambicioso proyecto de la Gran Canaria Volleyball Cup, el primer torneo internacional de voleibol en la isla de Gran Canaria, en el que los hombres de Sánchez Jover, se midieron a algunos de los mejores equipos del Viejo Continente, como fueron el Czarni Radom polaco, a la postre ganador del torneo, el Bisons Bühl alemán y el ETTA Oulu finlandés.
La experiencia de la GCVBC ayudó a los grancanarios a prepararse para una temporada dura y exigente, en la que los objetivos de la permanencia y de la clasificación de la Copa del Rey, estaban presentes desde el minuto uno.
Deportivamente el rendimiento del equipo en la primera vuelta ha sido algo irregular, con partidos que se les han escapado por pequeños detalles de concentración, que a la postre les ha costado la clasificación para la Copa del Rey de Melilla, pero que en comparación con la temporada anterior puede calificarse de notable, compitiendo por momentos a un gran nivel que les ha permitido sumar tras la 1ª vuelta un total de 16 puntos, tan solo 4 menos que en todo el curso anterior.
Salvo en 2 partidos, los amarillos han sido capaces de puntuar en todos los partidos, incluido el actual campeón de Liga, Copa y Supercopa, el CV Teruel, en el último partido del año, en el que los hombres de Sánchez Jover forzaban el Tie Break tras remontar un 0-2 en contra.
5 puntos separan al CV 7 Islas del sueño del playoff en un 2019 al que se puede mirar con optimismo, con el objetivo de la permanencia prácticamente certificado, con 10 puntos de ventaja sobre el CV Manacor, penúltimo clasificado. Para ello, los canarios deberán de controlar los altibajos en su juego, mantener la concentración durante todo el partido y tener fe en su capacidad para jugar de tú a tú a cualquier rival, además de mantener el respeto a todos los rivales, independientemente de su clasificación en la tabla.
Despedimos de esta manera el 2018 para abrazar con ilusión un 2019 en el que deben confirmarse las buenas sensaciones que nos deja el año que toda a su fin.
¡Feliz y próspero 2019!
NOTA DEL CV 7 ISLAS
