La llegada de Haas a la Fórmula 1 no ha dejado a nadie indiferente, y no es para menos, ya que en las tres temporadas que ha disputado en el Gran Circo no ha dejado de progresar, hasta llegar al punto de luchar por la cuarta plaza del campeonato con Renault en 2018.
Lejos han quedado los 28 que lograron en 2016, su primera temporada, en la que ya dejaron claro que no habían llegado a la Fórmula 1 solo para hacer bulto, sino con la intención de luchar con los grandes a medio plazo, y parece que su hoja de ruta no va desencaminada.
Su filosofía de externalizar todo lo posible la fabricación del monoplaza, y su asociación técnica con Ferrari les está permitiendo lograr resultados destacados a pesar de la juventud de la escudería, y de contar con un presupuesto más bajo que el de sus rivales directos. Aunque este modelo de gestión también les ha jugado malas pasadas.
Uno de los pilotos del equipo estadounidense, Romain Grosjean, ha recordado la descalificación que sufrió en Monza debido a las quejas de Renault acerca de irregularidades en su fondo plano. Para el francés, esto se podría haber evitado si hubiesen podido fabricar un nuevo suelo antes del Gran Premio, para lo que necesitarían fabricar sus propios componentes.
El hecho de depender de otras empresas para la fabricación de componentes es uno de los aspectos que el equipo debería cambiar para poder seguir evolucionando según el punto de vista del piloto francés y para poder superar a Renault.
«Deberíamos mejorar en algunos apartados, como por ejemplo el hecho de que nosotros no producimos componentes, por lo que tenemos que depender de fabricantes externos y la fabricación puede volverse demasiado larga. Es un ejemplo, pero mientras ellos podrían tardar tres días en tener lista una pieza, nosotros podríamos tardar probablemente tres semanas.»
«En Monza, no tuvimos tiempo de poder cambiarlo, ese fue el único problema. No ganábamos nada en pista, pero no pudimos cambiar el fondo plano para Monza y Renault se aprovechó».
La jugada dejó a Haas sin puntos en Italia, en un Gran Premio en el que con la sexta posición del francés podrían haber recortado la distancia con Renault. Para Grosjean, el hecho de que los galos decidieran quejarse de las irregularidades del VF-18 demuestra que temían el nivel de los estadounidenses, algo que el piloto de Haas ve positivo.
«En mi opinión no fue un gran movimiento deportivamente hablando. Pero eso significa que los estábamos asustando, lo que debería ser bueno de cara al futuro.»
Ahora toca pensar en 2019 y aprender de los errores cometidos para evitar que se repitan en el futuro y Romain Grosjean no duda de que el jefe del equipo Haas, Gunther Steiner, conoce los aspectos en los que necesitan cambiar y que ya se encuentra trabajando en ello.
«Gunther es muy consciente de la situación, entiende muchas de las cosas y es genial tenerle. Hablamos muy a menudo y está al tanto de las cosas que necesitamos mejorar y es en lo que estamos trabajando actualmente. El resto de cosas forman parte del proceso de crecimiento, como ser más rápidos.»