Para superar las crisis hay que hacer una reconversión, saber lo que no ha funcionado durante este periodo e intentar salir del pozo y encontrar la mejor manera para volver al olimpo. Estas reconversiones las pasan los grandes equipos del deporte, como ha Ferrari, pero este renacimiento está durando más de lo esperado.
Esta reconversión ha tenido una cabeza de turco. Hace poco nos enteramos del bombazo sobre la destitución de Maurizio Arrivabene, el que era jefe de Ferrari. A pesar de la pérdida de los campeonatos del mundo en favor de Mercedes, Ferrari había conseguido volver a tener un coche ganador y poder luchar, pero no ha servido para mantener el puesto de trabajo.
Piero Ferrari, vicepresidente de la marca italiana ha realizado las declaraciones sobre este despido y la verdad es que han sorprendido bastante a los aficionados:
«Todo paso antes de las Navidades y por bastantes razones, todo el equipo decidió no hacer pública la decisión. No quiero entrar en detalles porque solo puedo hablar como accionista y finalmente junto a John Elkann actuamos en el beneficio exclusivo de Ferrari”, publicaba el diario la Gazzeta dello Sport.
La cosa no queda solamente en eso ya que al parecer esta idea de eliminar a Arrivabene y poner al mando de todo a Mario Binotto, nuevo jefe de equipo de Ferrari era una idea de difunto Sergio Marchionne:
“No queríamos poder crear ningún conflicto en la estructura de la Scuderia. Debemos darle tiempo a Louis Camilleri para que pueda trabajar. Acaba de llegar a Ferrari y su propio estilo, muy diferente al de Marchionne. Es único e inimitable”.
Binotto tiene un duro papel, los fantasmas del pasado van a perseguirle y quien sabe si le dejaran dormir. Por lo que se sabe del nuevo coche, el presupuesto que se está dedicando al mismo puede reventar todos los récords. Tendremos que esperar hasta el inicio de temporada para ver que le depara el destino a Ferrari en esta temporada.