Ha sido un buen comienzo de la alianza Red Bull Honda por el momento, los de la bebida energética no han sufrido ningún problema de fiabilidad y el rendimiento está siendo bueno. Y lo mismo pasa en el equipo b, Toro Rosso, donde lo más destacable ha sido un problema de Daniil Kvyat en los libres 1 del GP de China que le obligó a cambiar motor. En cuanto a rendimiento, parece que es bastante buena la Unidad de Potencia (UP), aunque no está al nivel de Ferrari y Mercedes, la velocidad punta ya no es un problema para los toros.
Mientras que, en el lado contrario, a Renault le está costando más, de nuevo con el MGU-K, otro año más en el que el recuperador de energía cinética es el punto débil de su UP. A pesar del rediseño de esta temporada, el motor galo sigue teniendo muchos problemas de fiabilidad en ese elemento. En este último GP han metido una nueva actualización que parece haber arreglado un poco el asunto, pues no han tenido grandes problemas, pero los equipos con motor Renault acumulan ya 3 abandonos por averías en la UP en lo que llevamos de temporada.
Pero lo que nos concierne es el motor japonés, Honda planea llevar una actualización que se cifra en torno a unos 20 CV de potencia, lo que supondría una ganancia de 2 décimas por vuelta. El siguiente circuito es el trazado urbano de Bakú, uno de los Grandes Premios en los que más importancia tiene la potencia, con sus enormes rectas, especialmente la de meta.
Habrá que ver como de grande resulta ser la actualización ya confirmada por Helmut Marko, pero si fueran ciertas las estimaciones supondría una gran noticia para los de Milton Keynes y habría que empezar a tenerles en cuenta para la próxima cita en 10 días. Pues en la única de las 2 ediciones que se han corrido en la que acabaron, la de 2017, se llevó la victoria Daniel Ricciardo.