En definitiva hoy ha sido un sábado de calificación bastante decepcionante para la Scuderia Ferrari. No sólo porque no han logrado poner sus dos autos al parejo, sino porque la distancia que en teoría debería verse recortada con todas las actualizaciones que los de Maranello trajeron a Montmeló, es impresionante, por no decir inalcanzable.
Los dos SF90 pasaron cómodamente el corte de la Q1, calzando los neumáticos de compuesto más suave. En la Q2, las cosas resultaron demasiado fáciles para Sebastian Vettel, quien en sólo un stint logró un tiempo que le aseguraba el pase. No tanto para Charles Leclerc, quien se salió en una curva dañando parte de los bajos del coche. El monegasco tuvo que salir en los minutos finales con nuevos neumáticos para asegurar su pase a la siguiente ronda.
Ya en la Q3 es donde las cosas se pusieron más difíciles de lo que esperaban. Ambos pilotos hicieron dos rondas, pero Vettel no fue capaz de mejorar su primer tiempo, mientras que Charles tuvo que esperar por las reparaciones de su auto para que en su segundo stint en la parte final pudiera mejorar ligeramente, aunque no lo suficiente para desplazar al Red Bull de Max Verstappen.
Sebastian deja sus impresiones, un tanto contradictorias pero increíblemente lógicas:
«Estamos contentos pero no estamos contentos. Con eso quiero decir que el automóvil está bien equilibrado y creo que las actualizaciones que hemos traído han ayudado a mejorar la capacidad de conducción del automóvil. Sin embargo, es obvio que todavía no estamos donde queremos estar, porque somos muy rápidos en las rectas, pero estamos perdiendo demasiado tiempo en las curvas más lentas”.
El alemán sabe que no están donde quieren y necesitan estar para dar la batalla que necesitan:
“El resultado de todo esto es que no estamos al frente y, por lo tanto, tenemos que seguir trabajando duro. Sin embargo, creo que tener un auto bien equilibrado significa que podemos tener una buena carrera, así que estoy listo para darlo todo mañana».
Por su parte, Charles no se queda con las mismas sensaciones. Cree que aún les falta mucho trabajo para lograr el balance adecuado:
«No es el resultado de calificación que esperamos. Hemos estado trabajando para encontrar el equilibrio adecuado, especialmente con las nuevas piezas que tenemos instaladas. Desafortunadamente, todavía estábamos un poco fuera hoy. Fui ancho en la Q2 y algunas partes se dañaron cuando pasé por la acera”.
El monegasco está agradecido con el equipo, y sabe que el verdadero potencial está aún por descubrirse, teniendo una pizca de optimismo para alcanzar a los Mercedes:
“El equipo hizo un gran trabajo y trató de arreglar el auto durante la sesión para dejarme seguir conduciendo. Después del incidente, el balance fue diferente y tenemos que revisar nuestros datos para asegurarnos de que nuestro auto vuelva a estar en forma para la carrera de mañana. Nuestros competidores son fuertes, pero confiamos en nuestro potencial y haremos todo lo posible para alcanzarlos».
Mattia Binotto, jefe de la Scuderia, es muy objetivo con lo que ha visto en la calificación. No esconde lo que les falta y lo que tienen ya, aunque sabe que deberán trabajar más duro para conseguir pronto los objetivos:
“Fue una sesión de calificación difícil, como lo ha sido todo el fin de semana hasta ahora. En el caso de Charles, las cosas se complicaron aún más cuando su automóvil se dañó en la Q2. Lo reparamos lo mejor que pudimos, pero aún así comprometió su rendimiento en el performance de la Q3, ya que tuvo que intentar dos vueltas cronometradas en un solo juego de neumáticos”.
“Dicho esto, este fin de semana ha puesto de relieve los puntos débiles de nuestro coche. Llevaremos a cabo todos los análisis necesarios, también después de la carrera, para obtener una imagen completa de dónde estamos luchando. Días como este pueden mostrarle cómo mejorar y estoy seguro de que nos verá rendir mejor mañana”.
Esperemos que la carrera esté cargada de emociones, y que los tifosi tengan algo un poco más alentador que festejar.