El piloto monegasco llega al Gran Premio de Canadá decidido a superar los errores propios o del equipo de las últimas carreras donde no ha podido sacar todo el potencial del SF90 como en Bakú o en las calles del Principado.
El exceso de ímpetu del joven piloto de Ferrari, le ha llevado a tener diversos problemas en las qualys de este año, en el GP de Azerbaiyán se estrelló en la Q2, en el GP de España una salida de pista daño el fondo plano y le privó de un mayor ritmo en la Q3, pero la gota que colmó el vaso fue el error del equipo en la Q1 en el GP de casa para Charles Leclerc.
Estas dos semanas de parón le han servido para darse cuenta que cuando sirve presionar es en la última sesión de clasificación, no en la Q2, donde un fallo te priva de luchar por la pole:
«Un enfoque que probablemente haya cambiado después de Barcelona es presionar demasiado en la Q2, porque teníamos potencial para acceder fácil a la Q3 con el coche que teníamos y fue por apretar demasiado fuerte y rompí la pieza. Así que esas son las cosas que habría cambiado»
Además reconoce que el salto de Sauber a Ferrari ha sido grande ya que hay que priorizar otros aspectos, y en Sauber (Alfa Romeo a partir de ahora) requería dar el 120%:
«En comparación con el año pasado, puedo darlo todo de Q1 a Q3, pero como vimos en Bakú, tal vez no era muy importante darlo todo en Q2 porque definitivamente teníamos el potencial de hacerlo mucho mejor en Q3. Pero hubo algunos errores por mi parte y aprendemos de ellos, y ahora estoy deseando intentar no repetirlos y espero que lleguen tiempos mejores»
Sigue sin llegar la ansiada victoria para ellos después de dominar los test de pretemporada, pero se les resiste celebrar un carrera este 2019:
«Ha sido un comienzo difícil de temporada, definitivamente esperaba más, pero no podemos renunciar todavía, tenemos que empujar hasta el final y eso estamos tratando de entender nuestros errores, y no volver a cometerlos. Estoy seguro de que los resultados llegarán»