Fin de semana complicado para Williams, en el que han cosechado el primer abandono de la temporada tras el encontronazo que ha sufrido George Russell con el Haas de Romain Grosjean. Por su parte Robert Kubica ha terminado en la decimosexta posición, con bastantes problemas en el final de carrera.
Kubica hace una valoración positiva teniendo en cuenta las dificultades que este Gran Premio acarrea. Además, tras la última parada sufrió un desequilibrio con su juego de neumáticos, lo que hizo las últimas vueltas bastante difíciles:
«Creo que me las arreglé bastante bien con todas las dificultades que esta carrera acarrea para el piloto, el monoplaza y los neumáticos. Tuvimos un problema de equilibrio con el juego final de neumáticos, por lo que las últimas 20 vueltas fueron un reto”.
A pesar de que el resultado no ha sido bueno deportivamente hablando, en lo personal para el piloto polaco ha sido muy gratificante poder terminar esta carrera teniendo en cuenta lo exigente que es para el piloto:
“El resultado no es excelente, lo cual esperábamos, pero como objetivo personal y logro, creo que es bastante grande ver lo difícil que es esta carrera. Sé dónde estuve hace dos o tres años, y nadie hubiera creído que podría hacer una carrera tan buena”.
Para Russell la carrera se ha torcido desde el principio. El joven piloto tuvo un toque en la salida que rompió su alerón delantero, lo que echó por la borda cualquier oportunidad de conseguir un buen resultado:
“Fue un desastre de carrera desde el principio. Me encontré en la primera curva con Robert y Daniel. A medida que avanzaba la carrera, nuestro ritmo parecía bueno, pero luego Grosjean se adelantó en la entrada de la curva ocho”.
Sobre el incidente que provocó el primer safety car y que dejó su coche contra el muro, el inglés asegura que el piloto de la parte exterior, en este caso Grosjean, debe ceder el espacio al que tiene ganado el interior de la curva:
“En el vértice estábamos uno al lado del otro, tuve el interior y luego, a la salida, estaba muy por delante de él. En ese punto, es el piloto de fuera el que necesita ceder la curva. Después, su parte delantera derecha ha golpeado mi trasera izquierda y me quedé en la pared. Lo que se perfilaba como un fin de semana bastante decente terminó como una oportunidad perdida”.
Por su parte el ingeniero de carrera Dave Robson pone en valor la información que han podido recoger tras este fin de semana. Asegura que el equipo ha trabajado muy bien y eso dará sus frutos en el futuro:
“Aunque ha sido un fin de semana difícil para el equipo, y hemos sufrido nuestro primer abandono de la temporada, hemos tomado algunos aspectos positivos de nuestro tiempo en Singapur, que pagarán dividendos en el futuro. Fue una carrera difícil de manejar, pero el equipo trabajó muy bien juntos y manejó bien la situación”.