En el mundo de la Formula 1 se han dado batallas épicas entre compañeros de equipo, unas han terminado de mejor manera que otras. Esto sale a relucir después de que los dos pilotos de la Scuderia Ferrari lucharan por la victoria en los GP de Singapur y Rusia, porque entre Sebastian Vettel y Charles Leclerc se generó mayor tensión con los comentarios por radio que ya todos hemos escuchado, sobre todo por la creciente posibilidad de que esta relación sea caótica en el corto plazo.
Apenas la semana pasada, Ross Brawn, director deportivo de la F1, comentó que Mattia Binotto, jefe de Ferrari, se encuentra en una situación “potencialmente explosiva” entre los dos pilotos, pero en una entrevista durante el fin de semana en Sochi, Leclerc comentó que a pesar de su batalla interna, Ferrari es más importante que ellos:
«Sí, le quiero ganar a Seb y Seb quiere ganarme a mí, pero los intereses del equipo en su conjunto tienen prioridad. Siempre se necesita un compromiso. Cuando te encuentras luchando con tu compañero de equipo, lo piensas y sabes que de lo que haces depende el resultado del trabajo de mil personas. A la hora de pelear con Seb este es un aspecto que tengo en mente, y no puedo arriesgarme a echarlo todo a perder”.
En conjunto con esto, Charles tiene claro que la importancia de ganarle a tu compañero de equipo en Ferrari es vital, y es por eso que desea terminar el año por delante de Vettel en el campeonato de pilotos:
«El único que tiene tu mismo coche es tu compañero de equipo, y siempre lo tendrá, por eso mi objetivo, y creo que es así para todos los pilotos, es estar delante de mi compañero.»
Ambos pilotos han tenido grandes pruebas en su relación laboral y personal después de lo que pasó con el enfrentamiento por las tácticas del monegasco en la clasificación del GP de Italia, además del “undercut” de Vettel en Singapur y la polémica en el GP de Rusia con las órdenes de equipo y la estrategia.
Hablando de lo que sucedió en Singapur con las fuertes quejas de Leclerc por el radio al ver la que para él fue una situación injusta, al final reconoce que su comportamiento no ha sido para nada político, sino bajo la pasión por ganar, pero que ha sido un error:
«Me equivoqué y no tengo miedo de admitirlo. En Singapur llegamos primero y segundo, pero en medio de la adrenalina exageré un poco. Por la mañana, cuando me levanto, pienso en ganar. Cuando me acuesto por la noche pienso en ganar. Y cuando estoy en el coche, sólo puedo pensar en ganar. Con la adrenalina de la carrera de Singapur hablé cuando no era necesario hacerlo».
Dando vuelta a la página, Charles habla del gran avance en el SF90 después del parón veraniego, y opina que en parte tiene que ver con la transparencia que existe entre ambos pilotos a la hora de compartir datos sobre el monoplaza:
«Creo que todos nos sorprendimos al ver el gran paso adelante que dimos en las últimas carreras. El equipo en Maranello ha hecho un trabajo absolutamente increíble. En Monza tuvimos la unidad de potencia Spec3 en la unidad de potencia que confirmó ese gran trabajo, y, además, el paquete aerodinámico que montamos en Singapur verdaderamente superó nuestras expectativas con un muy buen resultado. Creo que todo este gran trabajo se da en conjunto del buen ambiente que tenemos dentro del equipo. Con Seb compartimos toda la información y ese es un elemento importante».
Ferrari tiene un problema que muchos quisieran tener: que sus dos pilotos peleen por la victoria siempre, pero deberán ser muy inteligentes para ponerles límites que beneficien a todos. El GP de Japón será una primera prueba que esperemos puedan superar de la mejor manera posible.