Si pensábamos que este último Gran Premio de la temporada 2019 de Fórmula 1 iba a ser un camino de rosas para la escudería Ferrari, nos equivocábamos de pleno. La clasificación del equipo fue inverosímil y con un grave error, ya que Charles Leclerc no tuvo la oportunidad para hacer la última vuelta.
Esta jugada de esperar hasta el último momento por parte de Ferrari tampoco tuvo el resultado que esperaban en clasificación, ya Sebastian Vettel no pudo mejorar su tiempo y por lo tanto salía cuarto con Leclerc en tercera posición, ya con la sanción a Valtteri Bottas, que había clasificado segundo, aplicada.
Sin embargo, lo que iba a pasar antes de empezar la carrera nos sorprendía a todos. La FIA ha encontrado irregularidades antes de tomar la salida en uno de los monoplazas de la Scuderia.
Jo Bauer, delegado técnico de la FIA, encontraba diferencias significativas entre la cantidad de combustible que la escudería Ferrari declaraba y la cantidad que había realmente dentro del coche de Leclerc.
Esta noticia alarmaba a todo el mundo a una hora de empezar la carrera en Yas Marina. Se hablaba incluso de una posible descalificación ante este hecho, pero el monegasco pudo tomar la salida y se decidiría después de la carrera el posible castigo del equipo.
Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, no entendía por qué no le descalificaban:
«Los reglamentos técnicos son bastante claros. Las cosas son blancas o negras, no hay zonas grises. Los comisarios deben tomar una decisión, pero por lo general, en un caso como el de Ferrari, o es legal o no lo es».
Hay que decir que el equipo Red Bull luchaba por la tercera plaza del mundial de pilotos contra Charles Leclerc, siendo la descalificación del monegasco una oportunidad.
Todo este escándalo ha acabado con una multa económica de 50.000€, dando la FIA la siguiente explicación:
«El Delegado Técnico ha podido confirmar que la masa de combustible puesta en el tanque verificándolo, hubo una diferencia de 4,88 kg entre lo declarado por el equipo para el coche 16 y la masa de combustible medida por el delegado técnico. Por lo tanto, la declaración del equipo era inexacta y suponía una violación de la Directiva Técnica. Esto a su vez constituye una infracción del Artículo 12.1.1.i del Código Deportivo Internacional. En consecuencia, los comisarios determinaron que el equipo debería ser multado con 50.000 euros por su declaración inexacta».
Mattia Binotto, jefe de la escudería Ferrari, daba su explicación al respecto, quitándole hierro al asunto:
“No creo que haya mucho que decir, ya que sabemos que ha habido una discrepancia entre las mediciones. Pensamos que nuestras mediciones son correctas y hay una que no ha sido, pero está en sus manos. No tenemos problemas en entrar en detalles, pero no es un asunto nuestro, no es nuestra decisión. Así que simplemente estamos esperando a ver qué nos dicen».
Ferrari empieza la temporada de la misma forma que la termina, con errores y con ganas de olvidar este año, en el que, no lo olvidemos, se han quedado sin ningún piloto en el podio del mundial de pilotos.