La finalización de los test de pretemporada ha coincidido con la segunda temporada del proyecto audiovisual por excelencia de Netflix, «Drive to survive». La segunda entrega compuesta por 10 capítulos ha servido como aperitivo a la temporada que está por venir. De este modo, se ha optado por repasar todo lo acontecido en la temporada anterior.
Muchos aficionados somos conocedores de este formato. Sin embargo, las críticas sobre las profundización del mismo contenido por parte de periodistas del paddock imperaron con total frecuencia en diversos medios de comunicación y canales de YouTube.
Existían razones para la crítica debido a la excesiva atención a pilotos como Daniel Ricciardo o Esteban Ocon mientras que se ha obviado a equipos como Mercedes o Ferrari. Dicha circunstancia ha permitido que la trama pueda centrarse en otros equipos. Semejantes conflictos no suelen ser tener su adecuada valoración, pero marcan el devenir de los pilotos en los Grandes Premios.
Unfiltered. All Access.
Drive to Survive Season 2 – available globally on @Netflix from February 28#F1 #DriveToSurvive pic.twitter.com/Z3COfdpqoo
— Formula 1 (@F1) February 17, 2020
También goza de valor la puesta en escena del paddock desde dentro. La elegancia de su entorno, la educación cargada de ataques directos en los respectivos procesos comunicativos y un mayor realismo audiovisual en adelantamientos y accidentes de los monoplazas nos permiten saborear con mayor hincapié la verdadera esencia de este deporte.
Las virtudes de la entrega anterior junto al mayor peso adquirido por parte del español Carlos Sainz y de los tres gallos de corral: Mercedes, Ferrari y Red Bull han quedado solapadas a un protagonismo desmesurado por parte del CEO de Haas, Guenther Steiner o Daniel Ricciardo en su debut con Renault.
Es cierto que haber centrado demasiados esfuerzos en la polémica vivida dentro del equipo Ferrari. También destacan los ascensos y degradaciones experimentadas en el equipo Red Bull hubiera eclipsado otras tramas.
Sin embargo, se echó en falta el infierno sostenido en el renacer forzado de Williams. También mereció mayor profundización la desesperación vivida por Nico Hülkenberg. Encontrarse sin equipo a pesar de haber dado un rendimiento benevolente son merecedores de psicoanálisis introspectivo a través de sus repertorio gesticular.
Tampoco podemos olvidar la «radio patio season». De este modo, Ricciardo confesó las posibilidades que tuvo para haber recalado en las filas de McLaren. En la misma medida, el proyecto audiovisual no dudó en enfocar cómo la muerte de leyendas y promesas en el paddock llaman al dolor. Sin embargo, se retrata a la perfección como semejante sentimiento macabro está totalmente interiorizado por los pilotos.
En definitiva, su producción mejora como el buen vino, pero no termina de cautivar a la mayor parte de amantes de este deporte. Introduce el significado de la esencia de este Deporte dándole un toque pedagógico. Este hecho supone el olvido del deseo de conocimiento por parte de los expertos de esta categoría que pretende incrementar su prestigio.
