Después de ganar su primer Campeonato de Pilotos en 2008, Lewis Hamilton tuvo que esperar hasta 2014 para hacerse con el que sería su segundo título. Desde esa temporada hasta la actualidad, el piloto británico solo fue batido en 2016, lo que le ha servido para ser, por el momento, hexacampeón del mundo.
En el que será su octavo año con el equipo Mercedes, Hamilton podría igualar en campeonatos a Michael Schumacher y superarle en el número de victorias. El británico parte como favorito en todas las quinielas, pero no le preocupa que la presión afecte a su rendimiento, ya que está acostumbrado a ella, según ha explicado para la página web de la Fórmula 1:
“He tenido un objetivo desde el día que gané mi primer campeonato, con 10 años, así que no es nuevo para mí”.
“Siempre he sido el único piloto de raza negra. Siempre he estado, en general, al frente de los campeonatos. Estoy bastante cómodo en ese espacio porque no es diferente a mis 27 años de pilotaje anteriores”.
Además, el palmarés y la destreza del de Mercedes en la pista han hecho que sea uno de los pilotos más analizados por sus rivales, incluida la nueva generación de la que forman parte nombres como Max Verstappen o Charles Leclerc. Lewis espera que todos sus competidores estén a su mejor nivel, para que así sus victorias tengan un sabor especial:
“También es bueno que la gente te mire e intente vencerte, porque quieres que todos estén al máximo, y si lo conseguimos y acabamos por delante, entonces sienta aún mejor”, ha finalizado.