La Fórmula 1 continúa trabajando en su objetivo de cara a que los equipos reduzcan sus gastos para las próximas temporadas. Y es que la disminución del número de carreras en el aún desconocido calendario de 2020 mermará las arcas de las escuderías.
El pasado miércoles se produjo una reunión por videoconferencia del Technical Working Group, en la que no estuvo presente Ross Brawn. Sí que participaron los diez equipos, la FIA, Liberty Media y el suministrador de neumáticos Pirelli.
En la conferencia se llegó al acuerdo de congelar el chasis, el cambio y las suspensiones de los monoplazas para 2020 y 2021 a partir del GP de Austria, la primera cita de la temporada, según publica el portal web Motorsport.com. Las escuderías contarán con dos ‘fichas’ para modificar determinadas áreas de los coches, dentro de las recogidas en una lista que ya se ha definido. Por el contrario, sobre la aerodinámica sí se podrá trabajar.
Estas severas restricciones para evolucionar los monoplazas hacen más crucial para los equipos llegar a Austria bien preparados, ya que esto puede marcar su devenir para las dos próximas temporadas. Este sistema recuerda a los ‘tokens’ de las unidades de potencia introducidos al comienzo de la era híbrida para limitar su desarrollo, que acabaron siendo desestimados.
De cara a 2021, se llevarán a cabo determinadas modificaciones aerodinámicas con el fin de reducir la carga que soportan los coches. Estos cambios afectarían al fondo plano y a los alerones, y pueden estar relacionados con los neumáticos Pirelli. Los compuestos de 2019 se mantendrán hasta 2021, y el objetivo es que no soporten esfuerzos excesivos.