El fichaje de Carlos Sainz por Ferrari se convierte en una alegría para el Deporte Motor en España. Salvo hecatombe, la bandera rojigualda ve abierta la posibilidad de aparecer en las ceremonias de los podios durante dos años.
Curiosamente, esta circunstancia que no tenía lugar desde que Fernando Alonso pilotaba para el equipo trasalpino, demostrando la importancia que ha tenido Ferrari para los pilotos españoles en Fórmula 1. Al fin y al cabo, el primer podio de un español en la categoría lo consiguió Alfonso De Portago en el Gran Premio de Gran Bretaña de la temporada 1956.
Pero hubo que esperar décadas hasta que viéramos otro piloto de la Península Ibérica llevando los colores más emblemáticos de la categoría, concretamente hasta 2005. El elegido fue Marc Gené como piloto de pruebas. En esas décadas tuvimos que confirmamos con la presencia de Joan Villadelprat en la construcción del último bólido rojo que vio el más grande entre los grandes de la escudería, Enzo Ferrari.
Autobild
Años más tarde, ya a finales de la primera década del siglo XXI, Fernando Alonso aterrizó en la Scudería Ferrari. Sus cinco años para los de Maranello son historia viva del deporte español. Venció su primera carrera como piloto de rojo en Bahréin, siendo el inicio de una era majestuosa.
Victorias como la de Monza, el «Gran Chelem» en Singapur y en Alemania como fruto del «Fernando is faster than you» de aquel año, la épica remontada en Valencia o el triunfo en un lluvioso Gran Premio de Malasia durante la temporada 2012 dejan entrever su leyenda.
Durante 2010 y 2012 peleó por el Campeonato ante el Red Bull de Sebastian Vettel. La lucha fue encarnizada, pero errores puntuales de estrategia como Abu Dhabi (2010) o el undercut que le hizo Pastor Maldonado en España (2012) , errores de pilotaje del propio piloto como saltarse la salida en China (2010), estrellarse en los Libres del Gran Premio de Mónaco (2010) junto a accidentes inesperados en Bélgica (2012) y Japón (2012) le dejaron a un tris de ser tetracampeón.
Logró otro subcampeonato en 2013 con solvencia, año en el que volvió a compartir polo con Pedro De la Rosa. Pero no tuvo la posibilidad de evitar el cuarto título de Sebastian Vettel. Para colmo, su relación con Ferrari comenzó a resquebrajarse. No se sentía satisfecho por la falta de material en su lucha por el título.
Para colmo, tuvo un 2014 para olvidar en términos de prestaciones. Solamente logró dos podios, pero dejó carreras para el recuerdo. Su segunda plaza en Hungría o la remontada en Silverstone hasta la sexta plaza dejaron unas gotas de calidad como piloto.
Fueron sus últimos servicios para un equipo Ferrari que le brindó un homenaje multitudinario. Al mismo tiempo, Pedro De la Rosa anunció su retirada de la competición. De este modo, la Fórmula 1 tuvo un vacío de cuatro años sin podios españoles hasta que Carlos Sainz logró una épica tercera plaza para McLaren en Brasil.
Parece que la racha va a finalizar con la llegada de Carlos Sainz a las inmediaciones de Maranello. Es cierto que su paralelismo con Fernando a la hora de pilotar para diferentes escuderías resulta vertiginoso. Ambos comenzaron dando sus primeros pinitos en Faenza, Alonso en Minardi y Carlos en Toro Rosso.
Tres años más tarde, el madrileño pilotó una temporada para Renault, mientras que Alonso lo hizo durante cuatro en dos etapas diferentes con un bicampeonato. Ambos pilotos aterrizaron en McLaren cuando encararon su quinta temporada como piloto oficial y para colmo, su cuarto equipo será la será el legendario equipo Ferrari.
Sin embargo, sería injusto catalogar la trayectoria deportivas de nuestras dos glorias españolas de la Fórmula 1 como paralelas. Por un lado, Fernando Alonso sudaba sangre para acabar las carreras con Minardi y venció a sus compañeros sin despeinarse. Por otra parte, Carlos Sainz frecuentó la zona de puntos durante sus tres años en Toro Rosso,
El próximo salto de ambos fue Renault, tiempo en que Fernando Alonso logró sus primeros podios, victorias y los dos títulos. Peor suerte corrió Carlos Sainz que siguió luchando por entrar en los puntos y fue superado por Nico Hülkenberg.
EFE/Mazen Mahdi
Mientras que McLaren debía ser el colofón de la carrera deportiva para Fernando Alonso, pero se encontró con un equipo que conspiraba a favor de su compañero, Lewis Hamilton. Carlos corrió mejor suerte al convertirse el líder de Wooking, promoviendo un ambiente majestuoso, sobre todo con su compañero Lando Norris.
De este modo, la despedida resultará multitudinaria para el equipo británico. El próximo destino será el equipo Ferrari. A diferencia de Fernando, es plenamente consciente de que él no es la principal apuesta. Charles Leclerc es el ídolo de los tifosi y Carlos es escogido por su labor de equipo.
Cabe recordar que su contrato será de dos años, mientras que el de Fernando fue inicialmente de tres años y posteriormente quedó extendido hasta 2016. Este movimiento de mercado fue apoyado por las largas relaciones que tuvieron Ferrari y el Banco Santander.
Sin duda, España deja huella en el incremento de la leyenda de Ferrari gracias a dos pilotos que gozan de la misma ambición, pero que la vida les ha llevado por derroteros diferentes.
