Aunque parezca lo contrario, está claro que algunos de los rivales de Ferrari no olvidan la polémica por la supuesta ilegalidad del motor italiano de la temporada pasada.
Recordemos. De todos es más que conocidas las diversas acusaciones que el equipo de Maranello recibió durante la pasada temporada sobre la legalidad de algunos elementos de su unidad de potencia. Entre otras cosas, una de estas dudas era sobre el medidor de flujo. Red Bull incluso pidió una aclaración al respecto.
Al poco tiempo dos directivas técnicas, emitidas por la FIA, no hacían otra cosa que alimentar estos rumores. Pero a decir verdad, y tras constantes escrutinios e investigaciones, Ferrari salió con el expediente limpio.
Pero en el último día de los test invernales en el trazado del Circuit de Barcelona-Catalunya, la FIA emitió un comunicado. En este se señalaba que tras estas investigaciones la FIA y Ferrari habían llegado a un acuerdo. Y además, apuntaba a que los detalles del acuerdo permanecerían en secreto.
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Como es normal, todo esto causa un gran revuelo y además provoco una pequeña rebelión en el paddock. Esta rebelión se consumó en un comunicado conjunto de todos los equipos, a excepción de la propia Ferrari, Alfa Romeo y Haas.
Pero con el paso del tiempo, esta «rebelión» ha ido a la baja, e incluso algunos equipos como Mercedes, han decidido ponerse de lado.
Pero no todos, ya que hace unas pocas semanas, el CEO de McLaren, Zak Brown, pidió que se aclarara este asunto. Y ahora, Cyril Abiteboul, se une a esta solicitud. El jefe de Renault en declaraciones al portal de la F1, vuelve a pedir claridad en todo este turbio asunto:
«Tengo exactamente la misma opinión que Zak Brown. Aún quedan muchas cosas por aclarar.
Es un tema referente al mundo previo a la pandemia, pero es algo que deberíamos tratar en algún momento. Vivimos en un mundo totalmente abierto. No ponemos el duda el proceso, sólo queremos saber qué pasó exactamente.»
El de Renault no parece que solicite algún castigo o algo así. Pide claridad para saber que ellos no comenten ninguna ilegalidad
«Nosotros somos fabricantes. Queremos descubrir qué preocupación existía y también asegurarnos de que nuestro motor no plantea interrogantes legales similares. Solo pedimos que las reglas sean claras para todos».
En otro orden de cosas, y más directamente relacionado con la situación que vivimos, Abiteboul no cree que el retraso en la normativa prevista para 2021 y que pasa a 2022, sea algo que les afecte mucho. Además cree que todo esto puede afectar más a otros conjuntos, especialmente en el tema económico:
«Este año de retraso no creo que nos haga revisar nuestra posición. Si llegamos a ese punto, no vamos a ser los únicos. Algunos equipos, y no voy a dar nombres, creo que están más expuestos que nosotros».
