En el día de ayer, fue el equipo Ferrari quien realizo un test en el trazado de Mugello. La idea era clara, desoxidar a Sebastian Vettel y Charles Leclerc tras cuatro meses de parón obligatorio y permitirles volver a recuperar sensaciones cuando tan solo restan 10 días para que los motores del Gran Circo vuelvan a sonar en el Red Bull Ring para lo que debe ser la primera carrera de la temporada 2020.
Este test se ha realizado con el SF71-H de 2018, ya que como recordamos marca la normativa y a excepción de los dos «Filmig Day» permitidos por temporada, se deben utilizar monoplazas con un mínimo de dos años de antigüedad.
Por la mañana fue el piloto alemán quien se subió al monoplaza, y cubrió la distancia equivalente a un Gran Premio. Ya por la tarde, fue el turno de Leclerc. Quien cubrió más o menos la misma distancia
En motivo primordial de probar en Mugello, es que los cambios de elevación y las características del circuito son más similares al Red Bull Ring que al estrecho circuito de Fiorano. Lugar más habitual para los del Cavallino.
Pero además, otro motivo es la posibilidad de que finalmente, y ante la baja de otros circuitos, Mugello sea sede de una prueba del campeonato. Sobre todo si se decide, como parece, a que Europa sea la sede de más carreras.
La prueba se ejecutó deliberadamente en las mismas condiciones de trabajo que los equipos experimentarán en Austria, para la ronda inaugural de la temporada 2020. Se evaluaron los protocolos anti COVID-19, con mecánicos e ingenieros trabajando en máscaras y respetando el distanciamiento social en un diseño de garaje modificado. Sebastian y Charles también hicieron lo mismo cuando cambiaron de asiento en el SF71H en el almuerzo.
Vettel se mostró contento por poder volver a sentarse en un monoplaza. Ademas se mostró favorable a que Mugello pueda volver a albergar una prueba del mundial:
“Me alegró volver a la cabina después de un descanso que fue incluso más largo que el habitual en invierno. También me complació ver al fin a todos los muchachos del equipo.
Fue genial volver a sentir esos sentimientos en un auto y hacerlo en una pista tan espectacular. Realmente creo que Mugello merece ser anfitrión de un Gran Premio de Fórmula 1.
No había conducido aqui en ocho años, así que me tomó algunas vueltas acostumbrarme a la pista y luego realmente lo disfruté”.
Por su parte, Leclerc también mostró su agrado. El monegasco resalto la espectacularidad de la pista italiana:
«Qué bueno fue volver a la pista de verdad. ¡Me lo había perdido!. Aunque he estado bastante ocupado con las carreras virtuales durante este largo descanso, necesitaba una vez más tener esa impresión física de velocidad».
Poder conducir en una pista tan espectacular como Mugello, por primera vez al volante de un automóvil de Fórmula 1, ayudó a que este día fuera aún más memorable. Ahora, estamos mirando hacia la temporada y a partir de la próxima semana, ¡las cosas se ponen serias! «