Tras varios meses de espera, la Fórmula 1 ha vuelto a la competición. El escenario escogido era el Red Bull Ring austriaco, que hizo énfasis a la nomenclatura de la zona, Spielberg. La carrera no tuvo nada que envidiar a la faraónica creatividad del cineasta austriaco Steven Spielberg.
Los tintes del prólogo de la carrera del domingo comenzó a vaticinarse en clasificación. Hay cosas que no cambian como el dominio aplastante de Mercedes. No obstante, encontramos un matiz curioso que ha sido la victoria de un Valtteri Bottas extremadamente sólido.
La cruz la impuso Lewis Hamilton. Además de su sanción in extremis, puso uno de los ingredientes a una especia de calco al pasado Gran Premio de Brasil. A la salida de un coche de seguridad, tocó a un Alexander Albon que buscaba el podio que se le resistió en la cita carioca. Para colmo, acabó abandonando al igual que el Red Bull de Max Verstappen en los primeros compases de la prueba.
Sin embargo, Honda no sería el único propulsor que ha dejado vigente su falta de fiabilidad. Renault vio abandonar a Daniel Ricciardo y Mercedes también vio destruida la carrera de Lance Stroll. Afortunadamente, Sergio Pérez compensó el abandono del canadiense.
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Cabe destacar que Racing Point ha dado un golpe sobre la mesa. Mucho se despotricó en los test con etiquetas deleznables como «el Mercedes rosa». Finalmente, la FIA determinó que dicha monoplaza contenía pronunciadas similitudes al Mercedes, pero sin ser copiado.
Su potencial estuvo a la altura de su belleza. Fue el primer tinte de la «nueva normalidad» cuando en los primeros Libres se demostró su disposición a ser unos de los principales artífices a romper la enorme diferencia de la clase media con Mercedes, Red Bull y Ferrari.
No es para menos, el equipo trasalpino ha sido una de las decepciones de la jornada. En menos de 365 días, ha pasado de luchar por la victoria en territorio austriaco a pujar por entrar en la Q3. Sin duda, ha sido una oportunidad de oro para demostrar la resiliencia de sus pilotos.
El efecto ha sido más que evidente. Charles Leclerc calificó de «crazy» la competencia que se avecinaba por ser un piloto de top 5. El mismo calificativo podemos poner a la carrera. Tras haber estado abonado a la sexta o séptima plaza durante gran parte de la prueba, se sacó un ritmo estratosférico de la chistera durante el último tramo de la cita.
Pasó de resistir los ataque de Carlos Sainz a remontar hasta la tercera posición que pasó a ser segunda por la sanción de Hamilton. Por otro lado, Sebastian Vettel volvió a verse condenado al ansia de brillar, trompeando mientras intentaba adelantar al madrileño. Finalmente, el germano cerró la tabla de puntos.
Si el alemán fue la cruz de la jornada, McLaren continúa engrandeciendo su resurgimiento. Lando Norris obtuvo el primer podio de su carrera deportiva tras haber sacado su carácter de campeón durante el último tercio de la carrera.
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No se bajó del top 5 durante las 71 vueltas. Por si esto fuera poco, aguantó los ataques de su compañero Carlos Sainz, realizó un arriesgado adelantamiento sobre Sergio Pérez y marcó una vuelta rápida como sprint final para quedarse a cinco segundos de Hamilton y por tanto, pisar el podio.
Por otro lado, Carlos Sainz realizó un gran último tercio de carrera, pero no llegó a brillar al nivel de su compañero. Para empezar, estuvo ubicado con gran frecuencia a la estela de su compañero de equipo y no terminó de adelantarle cuando avanzaba a marchas forzadas hacia el podio. Finalmente, se tuvo que conformar con la quinta plaza.
Sin duda, quedó demostrado que no existen las órdenes de equipo en McLaren. De todos modos, el buen rollo entre ambos se ha mantenido. El 55 felicitó a su compañero de garaje tras haber logrado su primer podio.
También debemos recordar que McLaren ha tenido otro podio atípico y totalmente fuera del apartado convencional. Es la demostración de una nueva normalidad que nos va a deparar otro episodio en el próximo Gran Premio de Estiria.
