Según el periodista Carlos Miquel y de otros muchos medios, falta de acuerdo oficial, Fernando Alonso volverá a la Fórmula 1 en la temporada 2021. Lo hará con el equipo que le permitió proclamarse bicampeón del mundo durante los años 2005 y 2006. Sin embargo, existe un acentuado escepticismo ante su tercera incorporación al equipo francés.
A día de hoy, Renault no es un firme candidato para luchar por los podios. Cabe recordar que la falta de competitividad de McLaren le impulsó a dejar la Fórmula 1 a finales de 2018. Por lo tanto, resulta extraño ver al asturiano en un equipo que ha sufrido la recesión económica causada a consecuencia de la crisis del coronavirus.
Además, el fabricante francés dejó marchar a Daniel Ricciardo para irse a McLaren, equipo a la altura de Renault. Es cierto que su ficha era alta, pero la de Fernando también goza de gran coste económico. Al fin y al cabo, nos encontramos ante un bicampeón, un triple subcampeón, doble ganador de las 24 Horas de Le Mans, vencedor de las 24 Horas de Daytona y Campeón del Mundo de Resistencia en la temporada 2018-19.
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Entonces, ¿qué motivos puede impulsar al asturiano a volver a un equipo en horas bajas? Aunque parezca mentira, el piloto español ha cambiado su perspectiva sobre el panorama de la competición. Lejos de aquellos enfados al son de «GP2 Engine», ha recuperado el placer por la competición.
Su participación en las 500 Millas de Indianápolis del año 2017 abrieron la brecha de su interés por otras categorías. El efecto fue más que exitoso. Se proclamó Campeón del Mundo del WEC en la Supertemporada 2018-19. Incluso llegó a vencer las dos pruebas disputadas en Le Mans, quedándose a un paso de la ansiada Triple Corona. También venció la temporada anterior en las 24 Horas de Daytona y realizó un gran debut en su primer Rally París Dakar.
Además, mantiene una gran implicación en su escuela de karting y en su equipo, el FA Racing by Drivex. Aunque ganó la Fórmula 4 española gracias al gran papel del argentino Franco Colapinto, la estructura se quedó sin fondos para disputar las últimas pruebas de la Fórmula Renault Eurocup. Tampoco podemos olvidar su implicación emprendedora con Kimoa, marca de ropa en la que saca a relucir su sello empresarial.
Ante este cúmulo de ocupaciones, resulta todo un reto conocer las ventajas que puede suponer una alianza entre el 14 y la marca del rombo. Para empezar, uno debe ponerse en la piel de una persona optimista.
El positivismo puede hacer entrever que Fernando habrá asumido que los grandes proyectos necesitan años de asentamiento. También queda presente la imagen de un Michael Schumacher que puso su granito de arena en una estructura Mercedes que es el rival a batir.
Además, a diferencia del Kaiser y otros pilotos que volvieron a la competición como Alain Prost o Robert Kubica, el ovetense ha trabajado con mayor ímpetu en sus cualidades físicas y mentales. De todos modos, Niki Lauda fue un piloto que volvió al Gran Circo y consiguió sumar podios, victorias y títulos en el palmarés.
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También es importante tener en cuenta que tenemos a deportistas que siguen ofreciendo un rendimiento espectacular en plena cuarentena e incluso años posteriores. Gianluigi Buffon, José Javier Hombrados, Sébastien Loeb, Valentino Rossi e incluso su amigo Carlos Sainz ensalzan la frase de «viejo rockero nunca muere».
El propio Fernando sigue empeñado en comer, respirar y dormir competición. Para empezar, no se ceñirá a un contrato de larga duración, dependiendo de su estado de forma y el del equipo. Sabe que su presencia no está asegurada a largo plazo.
Pero si podría darse lugar un gran idilio con el equipo Renault. Su influencia publicitaria podría darle el caché que necesita el equipo y sobre todo, la marca en España. Cabe recordar que la industria automovilística ha experimentado un varapalo en el territorio ibérico con el cierre de Nissan en Cataluña.
Por lo tanto, la presencia de Alonso como imagen de marca impulsaría la reputación de Renault en España. No debemos olvidar que el Reanult Clio y el Renault Mégane experimentó un gran nivel de ventas entre los años 2003 y 2006 cuando el español protagonizó épicas campañas publicitarias.
Además, la admiración de Fernando hacia uno de sus descubridores, Flavio Briatore, puede motivarle a replicar su impronta. No es para menos, él fue uno de los primeros pilotos no procedente de familia rica que llegó a tocar la cima en la Fórmula 1. Su mentalidad patriótica no estará por labor de evitar que nadie vuelva a pasar por lo mismo.
Al fin y al cabo, gente como Roberto Merhi, Dani Juncadella, Dani Clos o Jaime Alguersuari se quedaron en el camino debido a la descompensación entre talento y apoyo económico. El proyecto HRT sufrió el mismo final y Carlos Sainz es solamente el único bastión al que agarrarse en la categoría.
Para colmo, el hijo del mítico campeón de rallies le ha tocado remar continuamente a contracorriente. Para evitar esta sonora inestabilidad, uno puede soñar con ver incrementada las relaciones entre la escuela de karting de Alonso, su equipo de Fórmula 4, el programa de jóvenes pilotos de Renault y la marca.
¿Quién sabe si estamos ante el inicio de una hegemonía española en la Fórmula 1? El optimista recuerda que MotoGP era un deporte dominado por norteamericanos y australianos, pero la importancia que adquirieron Alberto Puig, Dani Amatraín o Chicho Lorenzo han permitido que el Motociclismo respire sangre española.
