Natural de Chiclana de la Frontera, Cádiz (7 de marzo de 1990), José María Caraballo cumplirá su tercera temporada consecutiva con los grancanarios, tras llegar al equipo en la temporada 2018 – 2019, procedente del CPLV Valladolid, club en el que se forjó como jugador profesional.
Imagen de CH Molina Sport
El CH Molina Sport se asegura la continuidad de un jugador con dotes de mando, dotado de una privilegiada visión de juego, que le permiten controlar en todo momento el tempo del partido, un director de orquesta que desde la defensa dirige a sus compañeros y les hace brillar con luz propia.
En sus dos campañas en la isla redonda ha conseguido convertirse en una pieza fundamental en el esquema de juego del bicampeón de Liga y Copa, que con el gaditano en la pista sabe que está más cerca de poder seguir cada temporada peleando por todos los títulos en juego.
La valoración de Alejandro Molina
Imagen de CH Molina Sport
«Es el típico jugador que cuando está dentro de la pista él es el que manda. Tiene la capacidad de poner orden en los partidos y es capaz de leer muy bien el juego en todo momento».
«Como buen defensor su trabajo es que jueguen los demás y ser el termómetro del juego del equipo para decidir en cada momento si hay que pausarlo o meterle una marcha más a la velocidad del juego».
«Es un jugador con muchos kilómetros en sus patines y físicamente es un portento».
