El activismo de Lewis Hamilton no es algo nuevo. El piloto de Mercedes hace tiempo viene impulsando la campaña contra el racismo en el Mundo.
En todos los deportes los mensajes anti-racistas se multiplicaron desde hace un largo tiempo. Esto surgió como respuesta al asesinato de George Floyd a manos de la policía estadounidense, y dio visibilidad a un abanico de casos de violencia racial.
Con este contexto, la Fórmula 1 no fue excepción, y el abanderado de esto es el 6 veces campeón mundial. Hamilton exigió a la FIA hacer un minuto previo al inicio de las carreras para poder sentar rodilla en tierra, e incluso fomentó el uso de las remeras «Black Lives Matter» en todos los pilotos.
Ante esto, muchos no vieron con buenos ojos las actitudes del británico. Tras haberse subido al podio con una remera que condenaba el asesinato de una adolescente, el ex piloto de la categoría Vitaly Petrov arremetió contra el puntero de la Fórmula 1:
«Es un asunto personal para todos los adultos. Tenes derecho a hablar en tus redes sociales, crear un movimiento social. Pero en la Fórmula 1 llamar a todo el mundo no está bien. Tiene que aprender a respetar que no todas las personas piensan como él.
La mitad de los espectadores no entendían nada de que se trataba la camiseta hasta que les explicaron, es un mensaje superficial».
El ruso estuvo en el Gran Circo en las 3 temporadas desde 2010 hasta el 2012, pasando por los equipos Renault, Lotus y Caterham, y no ve con buenos ojos los mensajes en la categoría.
Sin embargo, la gran polémica la desató una de las frases finales en sus declaraciones cuando Petrov incluyó la cuestión de la homosexualidad y sus creencias:
«Si uno de los pilotos confiesa ser gay, ¿saldrá con una bandera arcoíris e instará a todos a volverse gay o algo más? No entiendo la ceremonia.
Según nuestras tradiciones solo se arrodillan en dos ocasiones: frente a Dios y cuando le propongas matrimonio a tu esposa. En Rusia hay una mentalidad diferente y no tenemos el problema del que habla Hamilton«.
El ruso se mostró enojado y espera no ver en su madre patria estas actitudes de Hamilton, aunque la intransigencia del británico parece no dar el brazo a torcer.