Con su llegada, Lando Norris aporto aire fresco a la Fórmula 1. Se le veía un chico feliz, alegre y seguro de sí mismo. Además, sus más que decentes resultados en la temporada de estreno, en donde logro ser el 11º del mundial con 49 puntos, ayudo a crear esta sensación.
Esta segunda temporada, está siendo la confirmación de lo que vimos en la primera. Lando ya lleva nada más y nada menos que 74 puntos y es 8º del mundial, recién superado hace unos días por su compañero Carlos Sainz.
Pero ahora sabemos que todo no fue de color de rosa. En una entrevista en la misma web del equipo McLaren, el británico reconoce que esa primera temporada no fue todo tan fácil como parecía desde fuera. Lando se sincera y confiesa que paso muchos malos momentos:
«Durante mi primera temporada de competición en Fórmula 1, puede que pareciera un niño nuevo en el paddock. Todo lleno de confianza y entusiasmo, pero ese no fue el caso. Oculté el hecho de que sufría mucho con nervios y ansiedad. He pasado momentos muy malos.»
Norris reconoce, que a pesar de ver cumplido su sueño, llego a dudar de sí mismo
«A pesar de llegar a la Fórmula 1, algo con lo que había soñado desde que comencé a correr de niño, de un momento a otro me encontré cuestionando mi propia confianza en mí mismo. Llegue a preocuparme de si realmente tenía lo que se necesitaba para estar aquí. Me comparaba constantemente con mi compañero de equipo y los otros pilotos. Llega a engañar a tu cabeza».
Asegura que fueron momentos muy duros. Cree que se debería hablar más de la salud mental:
«Es muy duro lidiar con eso. Estoy seguro de que muchos pilotos han sufrido por esto antes. Pero al no querer mostrar algún tipo de debilidad o dar ventaja al resto de rivales, no hablamos de salud mental tanto como deberíamos hacer».
Para superar todo esto, Norris estuvo trabajando con un entrenador mental
«Hasta el final de la temporada pasada, estuve trabajando con un entrenador mental. Para vencer a mis nervios y lograr llegar a un estado mental más positivo. Este año me sentí lo bastante seguro como para asumir más responsabilidad por mi propia salud mental. Creo que todo es parte del proceso de crecimiento.
También me ayudó mucho hablarlo con mi círculo más cercano».