Este 2020 ha significado el fin de una era para Williams. El pasado mes de agosto, se certificó lo que todos veíamos que iba a ocurrir el algún momento. Ante la grave crisis, Dorilton Capital se hacía con el mando del equipo.
Deportivamente hablando, el conjunto de Grove lleva en crisis los últimos años. El equipo es el peor de la parrilla. Las cosas no salen como deberían y uno de los objetivos es salir del pozo. Además, el deporte se dirige hacia un inexorable recorte de gastos, gracias a controles de costos más estrictos y a la llegada de un límite presupuestario. Por todo ello, algunos equipos han decidido cooperar aún más delo que ya hacían.
Red Bull y AlphaTauri trabajarán mucho más cerca del próximo año. Algo parecido a lo que ocurrirá entre Ferrari, Haas y Alfa Romeo, o por ejemplo como ya hemos visto este mismo año entre Mercedes y Racing Point.
A Williams no le queda que acercarse a un buen árbol, que le dé cobijo y una alargada sombra que le proporcione la tranquilidad para mejorar.
Pero si algo tiene claro la «nueva» dirección del equipo, es que no desean convertirse en un equipo «B». Williams ha preferido tradicionalmente permanecer completamente independiente, y parece poco probable que ese camino cambie a pesar de la llegada de los nuevos propietarios Dorilton Capital.
En palabras del director del equipo, Simon Roberts, aseguran que entienden los beneficios que podrían derivarse de trabajar más directamente con un equipo de fábrica. Pero cree que ser independientes, aun les aportan más:
“Podemos ver ventajas, pero no queremos convertirnos en un equipo B. Queremos mantener nuestra independencia, pero es cierto que queremos ser más competitivos. Entonces, para nosotros, mirando hacia adelante, estamos abiertos a extender algún tipo de relación. Pero todo depende de saber en qué puntos somos fuertes, internamente, y dónde creemos que necesitamos ayuda y apoyo.
En términos simples, si somos buenos en algo y podemos hacerlo, más rápido en el mercado, más rápido en la pista, deberíamos concentrarnos en eso.»
Pero a la vez, confiesa que deberán comprar las partes en las que tengan más problemas:
«Si hay algo que no podemos hacer muy bien, entonces deberíamos estar preparados para comprarlo a quien lo tenga disponible. Bajo el límite de costos, no podemos permitirnos el lujo de ser ineficientes y eso es en lo que nos estamos enfocando”.
Roberts, también habla del enfoque familiar que era Williams, bajo los mandos de los antiguos propietarios.
«Desde el encaje cultural con el equipo, hay mucha sinergia entre la hoja de ruta que Claire Williams había trazado y queremos mantenernos muy fieles a eso. Queremos ser un gran lugar para trabajar.
Queremos asegurarnos de ser cariñosos y amables con todas las personas que trabajan para nosotros y queremos hacer todo lo correcto.
Sin embargo, en términos de tecnología, ahora tenemos la oportunidad de invertir y eso es lo que estamos haciendo. Eso ya ha comenzado y comenzaremos a ver la nueva Williams el próximo año.»
Por el bien del deporte, esperamos que Williams deje atrás lo antes posible, estos horribles últimos años.