Tras 7 años de monopolio absoluto de Mercedes y quasimonopolio de Lewis Hamilton, Liberty Media quiere revolucionar por completo la Fórmula 1. Y es que, el año que viene llegará el cambio de reglamento tan esperado por todos los aficionados a este deporte y tan ansiado por el resto de equipos que a día de hoy corren al rebufo de Mercedes.
Además del cambio de reglamento, ya están aprobadas otras medidas como el límite salarial. Estas pretenden igualar la contienda y hacer que las temporadas –y las carreras- estén lo más igualadas posibles.
Otra de las reformas que más revuelo causa y que más entusiasma a Liberty Media es el nuevo sistema de clasificación que se pretende imponer para hacer más atractivo el espectáculo. Ya se trató durante el pasado 2020 el introducir la parrilla invertida, aunque en este caso, los equipos se negaron rotundamente.
En este caso, los equipos han preferido ser más prudentes y, de momento han dicho que no. Prefieren que la Fórmula 1 les siga dando información sobre cómo se llevaría a cabo para valorarlo más detenidamente. En principio, el sistema se compondría en tres fases: en primer lugar, los viernes, “clasificación tradicional”; en segundo lugar, los sábados, una carrera “al sprint” de 100 kilómetros donde se repartirían la mitad de los puntos; finalmente el domingo, llegaría el gran espectáculo: la carrera.
De momento, los equipos son escépticos y prefieren analizarlo detenidamente. Esperan que Liberty Media proponga el modelo detallado y cada equipo analizar si para ellos sería una ventaja o una desventaja.
No cabe duda que los equipos ya están manos a la obra analizando el comportamiento de este tipo de clasificación en otras categorías como: la IMSA y sus famosas 24 Horas de Daytona o el Turismo Carretera.
De momento han dado luz roja a la propuesta ya que es muy precipitado. De haberse aprobado, este mismo año se hubiera probado este sistema en tres carreras: Canadá, Italia y Brasil.
Entrando en detalles, como en prácticamente todos los aspectos de la Fórmula 1, también entrarían en juego las variantes económicas. Y es que, la propuesta que había sobra la mesa era dar 65.000€ a cada equipo para reparar los daños que pudieran existir en el monoplaza en la carrera del sábado. Una cantidad muy insuficiente según el criterio de los equipos; para hacernos una idea, el cambio de un alerón trasero puede costar un par de cientos de miles de euros.
Un histórico de la Fórmula 1, y CEO de esta, Stefano Domenicali, ve con buenos ojos los cambios propuestos pero sin desvirtuar la tradición de este deporte:
“Es importante pensar en nuevas ideas para ser más atractivo o interesante, pero no tenemos que perder el enfoque tradicional.
Estamos viendo cuál podría ser el enfoque de la llamada carrera de velocidad del sábado. Se está pensando que podría probarse este año”.
En la reunión de hoy también se habló, entre otras cosas, de reducir el salario de los pilotos. Recordemos que en el techo salarial de las escuderías no se incluía esta partida. Como era de esperar, no se ha llegado a un acuerdo en este tema. También se aprobó este jueves, a propuesta de Red Bull, la congelación de los motores de 2022 a 2025.
Salgan adelante o no estas propuestas, todo deporte tiene que buscar siempre 3 aspectos: la renovación, la adaptación a los nuevos tiempos (manteniendo sus principios) y más aún la búsqueda del espectáculo. Hasta el momento, y con mayor o menor acierto, Liberty Media va por el camino correcto.