Durante 2019, Ferrari fue acusado por diversos equipos de hacer trampas. Las dudas sobre la posible ilegalidad del motor Ferrari, fueron una constante durante toda esa temporada, especialmente al reanudarse la competición, tras el parón veraniego.
Esta mejora quedó clara el ver la teórica superioridad del monoplaza especialmente los sábados en calificación, en donde se llevaron las cinco poles de los cinco primeros Grandes Premios disputados y además, lograron subirse a lo más alto del podio en tres de estas citas.
Las dudas provenían especialmente de Mercedes y Red Bull. Existían diversas teorías sobre de donde podían venir estas mejoras. La primera de ellas, sería una recuperación extra de energía. Según especifica el reglamento sólo están permitido 120kW pero algunas fuentes apuntan a que el MGU-K del SF90 recuperaría 160kW.
Aunque la más «seria», habla sobre un flujo supuestamente ilegal durante las vueltas lentas, lo que les daría ese extra.
La FIA dijo por activa y pasiva que estaba monitorizando el motor italiano y que no vieron nada raro. Pero dos directivas técnicas emitidas, no hacían más que alimentar todos estos rumores.
Finalmente y tras una investigación, todo se cerró en falso y de manera rara. A finales de Febrero de hace justo un año, la FIA emitió un comunicado. En este anunciaba que tras una investigación, se había llegado a un acuerdo entre ellos y Ferrari. Y lo más intrigante, este acuerdo era secreto:
“La FIA anuncia que, después de exhaustivas investigaciones técnicas, ha concluido su análisis del funcionamiento de la unidad de potencia de la Scuderia Ferrari y llegó a un acuerdo con el equipo. Los detalles del acuerdo permanecerán en secreto entre las partes.»
Todos sabemos cómo les fue a Ferrari y a sus equipos cliente la temporada pasada. El bajón de rendimiento fue ostensible. Y en Maranello pasaron de al menos, «luchar» con Mercedes, a pelear en la parte media de la tabla.
A nadie se le escapa, que en esta bajada de rendimiento, tuvo mucho que ver el «acuerdo» entre ellos y el máximo organismo.
Pero un año más tarde de este secreto pacto, nos llega más información. Según Mika Salo, expiloto y actual comisario, el bajón de las unidades de potencia Ferrari este pasado 2020 fueron el resultado de un castigo que, además, perjudicó a los equipos de clientes, en particular a Alfa Romeo.
Salo en su canal de Twitch realizo esta afirmación:
«Alfa Romeo sufrió la mala conducta de Ferrari el año pasado. Tenían motores Ferrari y tenían que usar menos potencia, así que creo que Alfa será bastante bueno este año cuando lleguen a usar toda la potencia.»
Además, asegura que este supuesto «castigo» solo afectaba al 2020, y que esta temporada, podrán usar toda la potencia:
«No sé si es un motor nuevo, pero sé que se les permite usarlo en toda su potencia. Tener que usar menos gasolina fue su castigo por haber sido arruinado por Ferrari el año pasado».
Seguro que estas palabras crean revuelo. Tendremos que estar atentos para ver en que queda este asunto.