La situación post carrera del GP de Bahréin ha levantado ámpula en la mayoría de los aficionados a la Fórmula 1. Cuestión que parece no terminará pronto.
Lewis Hamilton ha salido al ruedo para justificar sus victorias, y cree que lo que pasó en el circuito de Sakhir podrá demostrarles a sus detractores que están equivocados.
Con el que hasta ahora parece ser el segundo auto de la parrilla, Mercedes consiguió la victoria de manera por demás polémica, aunque eso sí, ganando a Red Bull en el departamento de estrategia.
Todo esto se da porque el campeón ha ganado 74 carreras desde el comienzo de la era híbrida, en 2014. Mercedes ha conseguido 103 victorias de las 138 posibles en el mismo periodo. Las “sugerencias” de mucha gente, de algunos observadores y críticos de la máxima categoría, dicen que este éxito se debe, principalmente, a las ventajas de los monoplazas plateados.
En este conteo no están incluidas las 22 victorias que consiguió el inglés con McLaren. Tampoco incluyen carreras en las que los alemanes no han tenido el mejor auto, como el GP de Italia 2018, que ganaron contra Ferrari.
El pasado fin de semana, Red Bull demostró que tienen el auto más rápido, tanto en calificación como en carrera. Sin embargo, esto no les “alcanzó” para llevarse la victoria. La estrategia de Mercedes cogió mal parados a los de las bebidas energéticas, creando una ventaja relativa.
Lo más importante sucedió cuando Max Verstappen fue obligado a devolver la posición luego de adelantar a Hamilton en la ahora muy famosa, curva 4.
Al preguntarle al campeón si su actuación ganadora demostraría que sus críticos estaban equivocados, el inglés respondió:
“Creo que la carrera fue una bendición, tal vez disfrazada. Porque siempre hay una posibilidad, oportunidades para demostrar que la gente está equivocada, y me gusta pensar que la de este domingo, fue una de ellas.
Ha habido muchos críticos en el pasado, he estado aquí por mucho tiempo, pero espero que haya muchas más oportunidades en el futuro para poder demostrar lo que pude hacer también”.
El que Red Bull haya superado en rendimiento puro al Mercedes hace crecer las expectativas de esta temporada 2021. Por lo que se ha visto, la mayoría espera una batalla real y reñida por cualquiera de los títulos de este año.
Pero a Hamilton parece que le han borrado la memoria, o eso es lo que ha intentado decir. Digo intentado, porque me parece que olvidar las diferencias en rendimiento contra tus rivales durante el dominio que ha tenido Mercedes, es algo complicado de entender:
“No recuerdo lo cerca que estuvieron en las temporadas pasadas. Pero esta seguro ha comenzado como una de las más duras, sin no es que la más.
“Creo que el ritmo de Red Bull es increíblemente fuerte. No podemos igualarlos en clasificación en este momento. Debemos dar un gran paso hacia adelante para lograrlo.
Pensé que podríamos acercarnos más en carrera, pero para mi gusto, no ha sido suficiente”.
En este mini parón de tres semanas, tanto Mercedes, como todos los demás equipos, buscarán hacer algo para mejorar su rendimiento, poniendo el futuro realmente en una encrucijada:
“La cuestión es que no sabemos cuánto mejor estarán en otros circuitos, o cuánto peores. Tampoco sabemos qué tan bueno seremos nosotros.
Probablemente nuestro auto sea mejor en algunas pistas, o tal vez no. Esperaremos para averiguarlo. Lo que sí es seguro, es que trabajaremos tan duro como podamos para mejorarlo”.
Sin duda, lo que se puede leer entre líneas, es que Hamilton está tratando de desviar la atención sobre lo sucedido en carrera. Pero, además, parece que sigue la línea que ha aburrido a todos en el pasado. A día de hoy, es mucho más difícil creerle, tanto a él, como a Mercedes.