Este año el Gran Premio de Francia no nos dejó con ganas de más y así de agradecidos están todos los fans. Tal fue la emoción que en las últimas 5 vueltas hubo adelantamientos por el 1° y 3° lugar.
Max Verstappen se quedó con la victoria, pero cuando todo parecía definido algo encendió las alarmas. Los comisarios aclararon que investigarían un incidente entre Sergio Pérez y Valtteri Bottas, y aunque pocos sabían de qué se trataba, luego el ente regulador lo aclaró.
Mediante un comunicado oficial, la FIA aclaró que analizó sancionar a Checo con una pérdida de posición. El mexicano superó al finlandés excediendo los límites de pista y lo revisaron hasta que finalmente lo desestimaron. En el comunicado se aclaró la cuestión:
«Los comisarios determinaron que Pérez había completado el adelantamiento a Bottas en el momento en que se salió de la pista en la curva 10. Esto hizo que el hecho de que abandonara posteriormente el circuito fuera una cuestión estándar de límites del circuito.
Se determinó que Pérez perdió suficiente terreno en la siguiente curva como para que no se pudiera considerar que había obtenido una ventaja duradera».
Una vez informado formalmente (luego de que la carrera haya finalizado), Christian Horner pudo respirar. El de Guadalajara se quedó con el 3° escalón en el podio y le volvió a dar una alegría a Red Bull en otra gran victoria ante Mercedes.
Con este resultado Checo aseguró seguir en 3° posición del campeonato de pilotos y agrandó el margen de la pelea con Bottas. Mientras tanto, Red Bull ya piensa en su doble carrera seguida dentro del Red Bull Ring, un circuito donde siempre se le da muy bien.
En cuanto a la pelea por el trofeo de constructores, tener dos monoplazas en vanguardia revitaliza a los austríacos. Tanto Verstappen como Pérez están batallando de igual a igual con un auto que, en la previa de la temporada, parecía invencible.