Decir que el verano de 2022 no fue benévolo con Alpine es un eufemismo. Como toda familia que atraviesa por un divorcio, las puertas de los armarios todavía están cerradas, las llaves y las cerraduras siguen cambiando. Los niños observan con ansiedad cada gesto y ademán de los padres, prestos a correr a sus cuartos.
Exactamente así seguirán por un par de meses, mientras que el bicampeón asturiano siga en las juntas de ingeniería y los post mortem de las sesiones de entrenamiento. Una atmósfera cargada, con silencios incómodos y cortesías forzadas.
Aun así, el equipo de Enstone no pierde la mira en su objetivo: llegar a la cima de la categoría en un periodo de 100 carreras. Haciendo cuentas, ya pasaron más de 40 GP desde el anuncio.
Entre notas y artículos que todavía hablan de sus escándalos en el mercado de pilotos, su directiva, tanto Laurent Rossi como su jefe de equipo, Otmar Szafnauer, insisten que todo este escándalo no los ha afectado en la pista.
Para Rossi, su progreso sigue firme en la ruta crítica para alcanzar sus metas:
“Por el momento no hemos salido del buen camino, todavía terminaremos la campaña con Fernando Alonso, así que todo tranquilo por ahí.
Puedo asegurar que podemos soportar este tipo de baches en el camino. Sin duda, porque el elemento más importante es cómo va el progreso del coche en este momento.
Imaginemos que Max Verstappen manejara un auto de última fila de salida. Yo creo que ni él podría estar unos dos o tres lugares arriba de esa posición. Eso es cierto también en el sentido contrario, si pones a cualquiera en ese Red Bull pues estaría compitiendo al frente y por victorias.
El auto es el principal factor de la competitividad de un equipo en este momento. Así que estamos preparándonos para crear ese coche”.
El Director Deportivo del equipo, Alan Permane, hace eco de los dichos de su jefe y señala los progresos objetivos de su staff técnico:
“Estamos haciendo los cambios correctos, el equipo está concentrado y el plan es muy claro. Además, estamos redoblando esfuerzos. Eso seguirá siendo lo más importante. El auto debe continuar su progreso.
El piloto puede darnos un par de décimas de diferencia, lo que en las carreras puede ser crucial. Pero la brecha entre el tercero y cuarto lugar es, generalmente, mucho más grande que eso. Por ello, necesitamos hacer que el auto suba su desempeño.
Las buenas noticias son que hemos encontrado un buen concepto que es muy receptivo de las mejoras y que sigue incrementando su rendimiento».
Alpine está cuarto en la tabla de constructores y ha anunciado un importante paquete de actualizaciones para Singapur, del que esperan un ‘enorme’ salto al frente en el rendimiento.
Ojalá que las notas de carrera sobrepasen a las de los traspiés de dirección corporativa, la propia reputación de Renault está en la palestra y con ello la motivación para su permanencia en la máxima categoría.