La Fórmula 1 al fin ha comenzado con el GP de Bahréin, la primera de veinticuatro carreras. Los equipos se han quitado las máscaras para demostrar lo que han hecho para competir contra los campeones.
Luego de una clasificación bastante más pareja de lo que muchos anticipaban, era el momento de conocer los ritmos de carrera. El Circuito Internacional de Sakhir es bien conocido por el trato agresivo que tiene con los neumáticos. Los ingenieros apostaron por la estrategia que mejor resultó en 2023, por lo que todos montaron gomas blandas para comenzar la carrera.
Los semáforos se apagaron. Max Verstappen salió disparado para cubrir su Pole Position del ataque de Charles Leclerc. Una buena arrancada de Sergio Pérez le permitió adelantar al otro Ferrari y atacar a George Russell. Al llegar a la primera curva, el mexicano tuvo que frenar de repente para evitar tocarse con el monegasco.
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Esto lo aprovechó el británico que pudo mantener su posición al conseguir tracción antes en la salida. Con la nueva reglamentación que permite abrir el DRS tan sólo una vuelta después de la arrancada, las peleas se antojaban interesantes.
Más atrás, Nico Hülkenberg se quedó casi parado, echando a perder su buena posición de salida, para luego golpear por detrás el auto de Lance Stroll. El canadiense trompeó y perdió cualquier oportunidad de acercarse a los puntos, al igual que el de Haas.
Una salida un tanto distinta porque los pilotos sabían que podían contar con el DRS en la siguiente vuelta. Cambia las cosas y las aproximaciones.
El AMR24 de Fernando Alonso no pudo contener el ritmo de los dos autos de McLaren, cediendo las posiciones en la parte baja de la tabla que entrega puntos. Algunas vueltas más tarde, Checo consigue pasar a Leclerc luego de varias bloqueadas del monegasco. Sainz, que venía también muy cerca, hace una maniobra riesgosa para adelantar a su compañero.
El ritmo de los Mercedes con las gomas blandas sorprendió a varios, sin embargo, Russell no pudo hacer que funcionara por más tiempo que el RB20 del mexicano. Pérez lo pasó luego de un error del británico al bloquear en la frenada.
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La primera tanda de pits desacomodó a los pilotos, con algunos teniendo problemas de tráfico en su salida. A partir de aquí, y ya con todos los monoplazas montando la goma dura, las cosas se estabilizaron.
Durante media carrera, pocas o ninguna batalla pudimos ver en pista, hasta que la siguiente tanda de boxes comenzó a realizarse.
Una vez con gomas nuevas, los Ferrari comenzaron a recuperar el ritmo mostrado en el inicio, con Leclerc evitando más errores y acercándose a su compañero. Para los Mercedes las cosas no salieron como esperaban, con un ritmo claramente inferior a los de Maranello. Incluso, separados por el buen ritmo de Lando Norris, que se quedó a poco más de un segundo de Russell en las vueltas finales.
Así, con el paso de Alonso sobre Stroll, y las órdenes de equipo que le jugaron en contra a Yuki Tsunoda para dejar pasar a Daniel Ricciardo, Verstappen se llevó su primera bandera a cuadros de la temporada. Sergio terminó por detrás, con Sainz al acecho y Leclerc resignado.
Una primera carrera que confirma que Red Bull sigue siendo el rival a vencer, y que a los demás equipos les falta mucho para alcanzarlos.
La siguiente parada es el GP de Arabia Saudí, que también se correrá en sábado. Veremos si las cosas cambian un poco y nos encontramos con más y mejores batallas en el Gran Circo.
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