El GP de Gran Bretaña siempre ha sido un evento especial. La Catedral de la Fórmula 1, donde todo inició, nos regaló una carrera digna de su envergadura como un circuito legendario. El antiguo aeródromo de la II Guerra Mundial recibió a los autos con un clima frío y amenaza de lluvia. La parrilla de salida se mostraba húmeda, lo que ponía un toque extra para la arrancada.
Sólo 3 pilotos montaron un neumático distinto al medio. Guanyu Zhou y Esteban Ocon blando, y Sergio Pérez duro. El mexicano salía desde el pit lane por cambio de motor y configuración durante el Parc Fermé. Red Bull aprovechó la mala Clasificación de Pérez para sancionar.
Al terminar la vuelta de formación, vimos a Pierre Gasly entrar a pits. El francés tuvo problemas con el auto y abandonó antes de la arrancada.
Así, formados todos, se apagaron los semáforos y George Russell consiguió bloquear a Lewis Hamilton para mantener la posición. Lando Norris hacía lo mismo, pero Max Verstappen se le coló por el exterior en la curva cuatro para quedarse con el interior de la cinco y superar al McLaren.
Una salida limpia, sin inconvenientes, donde Nico Hülkenberg perdía tres posiciones, mismas que recuperaba Charles Leclerc. Su compañero de equipo, Carlos Sainz, se mantenía adelante con ganas de atacar a quien se dejara.
No hubo cambio de posiciones hasta la vuelta 13, cuando Zhou entró a deshacerse de los blandos para montar los medios. Norris se acercaba a Verstappen, y conseguía el adelantamiento en Stowe. Dos vueltas más tarde, Oscar Piastri hacía la misma maniobra, en el mismo lugar, al mismo piloto.
Los equipos actualizaban la información sobre la posibilidad de lluvia, que comenzó a caer por la vuelta 18. Los dos Mercedes, que estaban en la punta, se pasaron en la frenada por la pista húmeda y Norris aprovechó para colarse entre ellos. Parecía que a los dos McLaren les gustaban las condiciones, porque comenzaron a recortar distancias intempestivamente.
Primero Lando le arrebató el liderato a Hamilton, y Piastri se colocaba detrás al adelantar a Russell. La pista tenía zonas mixtas entre seco y húmedo, lo que hacía más difícil para los equipos decidir la posible estrategia. Pero con la meteorología diciendo que llovería más fuerte, tanto Ferrari como Red Bull y Alpine se arriesgaron.
Llamaron a Leclerc, a Pérez y a Ocon para montarles las intermedias. Sin embargo, la lluvia no llegó, y todos ellos hacían tiempos 10 segundos más lentos por vuelta. En ese momento, durante la vuelta 20, Piastri consiguió adelantar a Hamilton para el 1-3 de los de Woking.
Por la radio le preguntaron a Hamilton su opinión sobre la estrategia. El británico fue muy claro al decir que la pista estaba demasiado seca para intermedios. Esta acción fue clave para el resultado.
Llegamos a la vuelta 27, la que definiría las condiciones en el futuro a pesar de ser temprano en la carrera. Todos los de punta entraron, a excepción de Piastri, que estaba demasiado cerca de Norris para realizar el double stack.
Verstappen se colocaba en el liderato, seguido de Lando y de Lewis, con Oscar en P6 atrás de Sainz y delante de Russell. Se esperaba lluvia hace rato, y los pilotos que seguían con las gomas intermedias tuvieron que entrar de nuevo para colocar slicks. A todos ellos, sin excepción, se les arruinó la carrera con este experimento.
El Gran Premio tuvo otro giro inesperado cuando llamaron a Russell a boxes para retirar el auto. Rodaba la vuelta 34, que le daba esperanzas de puntuar a los Aston Martin. Sin embargo, a partir de ese momento, la carrera se estabilizó demasiado.
Justo hasta el momento en que el trazado comenzó a secarse, a unas 15 vueltas del final. Esta última parada de todos los pilotos cambió el destino del podio. Red Bull decidió montar gomas duras para no arriesgar con unas blandas usadas. McLaren, en cambio, le puso el neumático blando a Norris, igual que Mercedes a Hamilton. La sorpresa se la llevarían todos.
El heptacampeón supo manejar la degradación como siempre lo ha hecho, mientras que Norris sí la sufrió, dejando al W15 alejarse mientras perdía la segunda posición con el Red Bull. Hamilton se llevó una victoria muy emocionante, tanto para los aficionados al piloto como a los de Mercedes, en su casa, con su gente.
Supera el récord que mantenía empatado con Michael Schumacher de 8 victorias en un mismo circuito, y suma su triunfo número 104.
Silverstone nunca decepciona. Lo hemos vuelto a confirmar. Y como lo dijo Jeremy Clarkson, en una carrera con clima cambiante, los veteranos suelen quedar arriba.
Descanso de una semana para luego llegar al GP de Hungría, la primera de las tres carreras antes del parón de verano. La Fórmula 1 de este año comienza a tener tintes muy interesantes.