Ya ha pasado un año desde que Mattia Binotto se pusiera al frente de Ferrari. Según a relatado el mismo Binotto en una entrevista para “The Official Ferrari Magazine”, le ha absorbido tiempo y energía.
El momento en el que sabía que cambiaba de puesto (de director técnico a jefe de equipo) su lugar de trabajo ha cambiado. 365 días después, ese cambio no se ha completado, ya no sólo físico, sino mental:
“Aún no he terminado la mudanza, la mayoría de mis cosas siguen allí a excepción del ordenador, la pizarra, mis bolígrafos y mis lápices, sin ellos no puedo trabajar. No hubo tiempo para un traslado completo, ni físico ni mental.”
Respecto al ascenso, lo vivió como algo natural y no considera que hayan cambiado mucho los papeles:
“No creo que sea un papel más importante, nunca ha sido mi ambición. Es un papel diferente que vino con un ascenso natural y tengo que estarle muy agradecido a Ferrari por ponerme”
Podríamos decir que su nombramiento fue muy sonado en todo el mundo de la Fórmula 1, tanto es así que el suizo lo recuerda con una anécdota que le hizo comprender la magnitud de lo que acababa de pasar:
“El 7 de enero del año pasado tuve que salir a Londres y en el aeropuerto de Bolonia compré la Gazzetta dello Sport, donde salía anunciado mi nombramiento en primera plana. Esto nos hizo ver que teníamos que apurar la comunicación.”
Sobre la diferencia de puestos, destaca que como director técnico que siempre había estado acostumbrado a gastar y ese enfoque ha tenido que cambiar:
“Antes, como director técnico, sólo estaba acostumbrado a gastar, pero como director de equipo he tenido que aprender a pensar en ahorrar o incluso ganar diner. Respecto a la gestión el 90% técnica y el 10% lo que falta: comunicación, marketing, patrocinadores, legal…”
@ScuderiaFerrari
En cuanto a cómo manejar el equipo, es evidente que la personalidad de cada director de equipo acaba plasmándose en sus decisiones. Ingeniero de profesión, la rigurosidad es la piedra angular de sus decisiones:
“Es algo que viene por mis estudios en ingeniería y el creceren Suiza. Confío en los procesos rigurosos y los considero importantes. Esto me ayuda a manejar una estructura tan grande como la nuestra”.
A pesar de eso, declara que debe haber una armonía entre la empatía y la rigurosidad para que la gran máquina que es la Scuderia, funcione:
“También hay que cuidar la relación con los individuos, el lado más humano y empático es fundamental, pero por otro lado es una máquina compleja que debe funcionar perfectamente. Sobre todo en la Fórmula 1, todo debe ir con eficacia y eficiencia. O lo que es lo mismo, la cosa no está es desarrollar una potencia de 1000 CV, sino llegar antes y tener procesos eficientes”.
Para acabar, Binotto hace una comparativa entre lo bueno y lo malo de este 2019:
“Lo bueno que destacaría sería el aumento en el espíritu de equipo. Estamos muy unidos, un ejemplo podría ser el martes después del accidente en el que se vieron involucrados Charles y Sebastian en el GP de Brasil. Cuando sonó mi teléfono vi ambos nombres de juntos en la pantalla. Significaba que se habían escuchado, se habían aclarado y me convocaron para una llamada a tres bandas, un gesto que demostró un espíritu de cohesión”.
@ScuderiaFerrari
Respecto a lo malo:
“La comparación que hace la Fórmula 1, no sólo técnica y deportiva, sino política. Es un frente en el que no podemos bajar la guardia y eso hace que no sea suficiente con tener un monoplaza competitivo y buenos pilotos.”.
De cara a 2020, Binotto se muestra confiado en que que podrán hacerlo bien y sabe que los apoyos son incansables:
“Es cierto que el nivel de competitividad nunca ha sido tan alto. Pero tenemos todo lo necesario para hacerlo bien, aunque no podemos dar nada por sentado porque nuestros adversarios, al igual que nosotros, están intensificando sus esfuerzos para mejorar. Como ventaja, contamos con el apoyo de una base de fans excepcional y la fuerza de un mito que queremos a toda costa seguir alimentando”.