Desde el año pasado tenemos el tema del Brexit en la mano, principalmente porque ya casi un año después, aún no sabemos en qué términos estarán los acuerdos relacionados a la Fórmula 1.
El tema vuelve a sonar puesto que el día de ayer será recordado como el 1 de febrero que Reino Unido inició una nueva relación con la Unión Europea. De esta manera, la cuenta regresiva de 11 meses para establecer las últimas normas y concretar los acuerdos ha comenzado.
Es un tema que no es menor para la F1, organización que está a la espera de que comiencen las negociaciones con Gran Bretaña, puesto que las nuevas reglas del juego definitivamente afectarán en mayor o menor medida al Gran Circo.
Sigue la preocupación para Liberty Media, a pesar de que Chase Carey, CEO de los dueños de F1, cree que las consecuencias pueden ser mínimas para la Máxima Categoría.
“En relación al Brexit, deberemos resolver algunos problemas logísticos siempre y cuando tengamos acuerdos al final. No es un problema netamente financiero, más bien logístico, por eso ya estamos trabajando en planes de contingencias para esas posibles situaciones, como el asunto de cómo hacer que varios equipos salgan y entren de Gran Bretaña”.
“Creo que el que estemos basados en Europa, el negocio de la F1 es global y único. Probablemente los que sientan más los cambios estén más comercializados. Nosotros aún no. Ayuda en gran parte que el negocio de la F1 sea como el de una empresa de contratos”.
Recordemos que el Brexit no es ajeno al deporte motor. El Reino Unido es un centro neurálgico también para la F1, por lo que hace poco, la MIA (Asociación de la Industria del Automovilismo, por sus siglas en inglés), junto con otras sociedades, ha enviado una carta al secretario del interior, Priti Patel, para ofrecer ayuda en la elaboración de políticas funcionales para la industria del automóvil del país.
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Dentro de todo esto, uno de los puntos clave, será lo que se consiga en las negociaciones sobre el comercio y los servicios. Este tema sensible deberá anunciar los acuerdos lo antes posible si es que Gran Bretaña pretende evitar aranceles en estos importantes temas para la economía inglesa.
Esta preocupación en específico es de gran peso, puesto que recordemos que el llamado Motorsport Valley genera ingresos de más de 10,500 millones de euros al año. La gran mayoría de las compañías asentadas ahí dependen de la libertad de movimiento y de trámites en la contratación de personal calificado de Europa. Esto podría ser un verdadero dolor de cabeza si las estrictas normas de inmigración entran en vigor, así como se han presentado al parlamento.
En este tema, Carey también piensa que no será de tanta importancia económicamente:
“En relación a los problemas económicos que pudieran presentarse, creo que nosotros nos sentimos bastante inmunes a ellos”.
¿Será cierto?
En Tercer Equipo hemos estado al pendiente de todo este asunto, y desde enero de 2019, hemos dado a conocer las declaraciones de Jonathan Neale, Director de Operaciones de McLaren, quien, contrario al CEO de la F1, cree que con todo esto se debe tener cuidado. Recordemos lo más importante de aquellas declaraciones:
“Sería muy incómodo si de repente nos metiéramos en el trabajo de visados para los europeos como lo tenemos que hacer para traer gente de América. Sé que no es imposible, pero sí será un lastre, porque la movilidad es algo que nos deja trabajar y seguir evolucionando en el deporte”.
“Pero no sólo es el inconveniente de los visados, sino que nos costaría más tiempo y sería más difícil contratar, por eso nos gustaría que no hubiera fricciones en la contratación de talentos. La F1 es una fuerza laboral diversa, somos internacionales por naturaleza y ese estímulo de tener habilidades de todo el mundo y diferentes ideas es lo que mantiene la creatividad”.
A esto hay que sumar los temas de fronteras y de costos. La F1 busca para 2021 que los presupuestos de los equipos sean topados en 155 millones de euros. Mercedes, Renault, Racing Point, McLaren, Red Bull, Haas y Williams tienen sus instalaciones principales en Reino Unido. Es para ellos el desafío logístico que se avecina en caso de no concretarse un buen acuerdo.
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Porque si las fronteras no se mantienen abiertas como hasta ahora, todos los trámites aduanales tienen un costo, con el impacto directo que conlleva en las finanzas de estos equipos, contrario a Ferrari, Alpha Tauri o Alfa Romeo, quienes solamente se tendrían que preocupar por ingresar para el GP de Gran Bretaña.
Este es, principalmente, uno de los acuerdos que la F1 y los equipos deberán poner en la mesa para sacarlo del presupuesto establecido, con las implicaciones de excepciones que esto conlleva.
Al día de hoy hay todavía muchas dudas, y aunque son 11 meses, cuando se trata de negociaciones tan amplias, el tiempo siempre es un rival a vencer, sobre todo porque estamos en un momento dentro de la F1 en que los equipos están buscando claridad ante las nuevas normativas en lo que será uno de los grandes cambios dentro de la categoría.