Hace unos días conocíamos un sorprendente comunicado de la FIA en el que se anunciaba que, tras investigaciones técnicas sobre la unidad de potencia de Ferrari de 2019, la Federación y la Scuderia llegaban a un acuerdo cuyos detalles permanecerían en secreto entre las partes.
Una pregunta que surge tras este comunicado y que este no responde es: ¿era ese motor legal o ilegal? Parece que con este ‘trato’ se quiere dar carpetazo a uno de los temas que surgió en varias ocasiones durante la pasada temporada: Mercedes y Red Bull expresaron varias veces a lo largo del año sus dudas sobre si el propulsor italiano cumplía o no la normativa. En todo momento, la FIA había asegurado que estaba monitorizando la unidad de potencia de los de Maranello y que no había nada extraño.
Pero ahora, tras este comunicado sobre un pacto secreto, las dudas vuelven a surgir. Y más si tenemos en cuenta que, según el prestigioso periodista Michael Schmidt, en Ferrari han tenido que modificar su propulsor de cara a la presente temporada con el fin de no incumplir las directivas técnicas.
A la pregunta de ‘¿qué oculta ese acuerdo?’ se suman otras también de gran importancia: ‘¿Cómo ha tenido la FIA acceso a los detalles técnicos confidenciales? ¿Los ha filtrado alguien?’. Pues bien, Giorgio Terruzzi, corresponsal del diario italiano Corriere della Sera, cree que alguien ajeno a Ferrari tuvo acceso a tal información confidencial gracias a un trabajador o un extrabajador de la Scuderia y la puso en conocimiento de la Federación. Esta filtración sería, según sus palabras: “un procedimiento suficiente para determinar una investigación adicional pero también un acuerdo no revelado”.
El propio Terruzzi incluso apunta a Toto Wolff, jefe de equipo de Mercedes, como uno de los implicados en el asunto:
“Se sabe que Toto Wolff es un enemigo jurado de Ferrari después del veto de la Scuderia al paso directo de cualquier jefe de equipo a trabajar con Liberty Media, algo en lo que el austriaco tenía gran interés. Wolff tiene personalidad y ambición suficientes para intentar obtener lo que quiere”.
La verdad es que esta historia de acuerdos secretos, ilegalidades y transferencias de información confidencial suponen un gran golpe a la imagen y a la credibilidad de un deporte como la Fórmula 1. Y precisamente por eso, el periodista italiano cree que la FIA trató de cerrar el tema con el polémico acuerdo: “El comunicado de prensa de la FIA es ambiguo, pero necesario para zanjar un conflicto feroz e incluso más oscuro”.