Hace apenas unos minutos que hemos sabido que una de la leyendas del automovilismo mundial nos ha dejado para siempre.
Sir Stirling Moss y tras una larga enfermedad, ha fallecido en las primeras horas de hoy 12 de Abril en su casa de Mayfair, según ha informado en un comunicado su esposa Lady Moss:
‘Murió igual que como vivía, luciendo maravilloso. Simplemente se cansó al final y simplemente cerró sus hermosos ojos y eso fue todo», ha declarado para el Daily Mail.
El británico, era posiblemente el piloto que mejor definía lo que era un «Gentleman Driver».
La fama de Moss fue lograda en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial por su gran estilo y habilidad. Su versatilidad hizo que venciera en 212 de sus 529 carreras en todos los automóviles y categorías en los que llego a pilotar. Todo eso le valió para ser reconocido como uno de les mejores pilotos de todos los tiempos.
A pesar de su gran fama, nunca pudo ganar el título mundial de Fórmula 1. Pero en mayor medida, eso se debió a su preferencia por las maquinarias británicas y los actos de deportividad que le negaron la oportunidad de ser campeón del mundo: «Prefiero ser segundo de forma honorable al volante de un monoplaza británico que campeón sobre un monoplaza extranjero.«, llego a declarar.
Entre 1955 y 1961, fue subcampeón del campeonato en cuatro ocasiones y tercero tres veces.
El mayor acto que se le reconoce de deportividad fue en 1958 durante el GP de Portugal. Cuando tras una sanción de los comisarios, declaró a favor de su mayor rival en la lucha por el campeonato, Mike Hawthorn, el cual había sido descalificado perdiendo los 6 puntos que le correspondían por ser segundo de la prueba. Moss no dudo en corregir a los comisarios, aun a sabiendas que con esos puntos, la cosa estaría mucho más difícil. Finalmente Hawthorn se llevó el campeonato por un punto.
Moss declaro que no se le pasaba por la cabeza, llevarse un triunfo gracias a una decisión injusta.
Entre las mayores victorias de Moss estuvieron el Gran Premio de Mónaco de 1961, en el que triunfó en su Lotus contra los Ferrari más rápidos, y el Mille Miglia de 1955, donde estableció un nuevo récord en la famosa carrera de 1,000 millas alrededor de Italia.
La carrera de Moss en el nivel más alto de las carreras de automovilismo llegó a su fin en 1962. Cuando se vio obligado a retirarse tras un terrible un accidente en Goodwood que lo dejó en coma durante un mes y parcialmente paralizado durante seis meses, precisamente, un lunes de Pascua.
Moss también fue pionero. Obtuvo el primer éxito del campeonato mundial 1 para un automóvil con motor trasero (Cooper, GP de Argentina de 1958) y la única victoria en F1 para un automóvil con tracción en las cuatro ruedas (el Ferguson, en Oulton Park en 1961).
Descansa en Paz.