La Scuderia Ferrari aterriza en Bélgica con una situación completamente diferente al año pasado en todos los aspectos. Los italianos buscarán aprovechar cada ventaja que puedan sacar de la pista y de las condiciones para conseguir, por lo menos, un resultado decente.
Con este extraño calendario 2020, sólo ha habido un fin de semana libre desde el GP de España, cuando anteriormente se llegaba a Bélgica luego de unas buenas vacaciones de verano.
Tan diferente es esta temporada, que, además, el evento belga marca el inicio de otro triplete de carreras, que terminará con el 1000° Gran Premio de Fórmula 1 de la Scuderia Ferrari.
Mientras que la carrera del domingo es la 998° para la Scuderia Ferrari, también es la 1000 en el sentido de que, en dos ocasiones, cuando el equipo de la fábrica no estaba presente, sus motores estaban representados.
El legendario circuito Spa Francorchamps es una pista tradicional por excelencia, en la que el piloto todavía puede marcar la diferencia. Ya el primer punto de frenada en la horquilla La Source es exigente. La desaceleración va de unos 285 km/h a 80 km/h.
Debido a su amplia zona de seguridad, hay varias líneas en la salida que conducen a la sección icónica de la pista, las muy duras colinas de Eau Rouge-Radillon. Ahí se han dado adelantamientos espectaculares. Es, sin duda, una de las pistas más bellas del mundo y ha producido algunos de los mejores momentos de F1.
@ScuderiaFerrari
Enrico Gualtieri, jefe de la unidad de potencia, describe lo que significa para la Scuderia llegar al mítico circuito y lo que esperan de sus monoplazas el fin de semana:
«El circuito de Spa-Francorchamps es sin duda uno de los más bellos y exigentes del calendario, para los conductores y también para nosotros los ingenieros. Es particularmente difícil encontrar el equilibrio de coches perfecto para sus siete kilómetros enteros”.
“En términos de gestión del motor, la pista es bastante exigente. Vamos más de un minuto a toda velocidad. Por lo tanto, es importante tener suficiente potencia. Pero también es necesaria una buena conducción, especialmente cuando se trata de la primera y la última curva. Aparte de la potencia de salida, la recuperación de energía a través del MGU-H también es clave. La eficiencia general de todo el motor es lo que cuenta”.
“A todo esto puedes añadir un clima impredecible con diferentes condiciones en varios puntos del circuito. Es un desafío para el cerebro completo. De hecho, el pronóstico para este fin de semana sugiere que el clima complicará aún más las cosas, con un sábado principalmente seco, pero la previsión de lluvia para el domingo”.
“En Barcelona, pagamos un alto precio por la falta de fiabilidad, y de hecho ahora hemos identificado el problema con la unidad de control electrónico que causó el retiro de Charles”.
“El objetivo principal es garantizar que los pilotos puedan sacar el máximo provecho del SF1000. Debemos optimizar el paquete coche-motor, trabajar bien en el garaje, definir la mejor estrategia y ser eficientes a la hora de reaccionar a las condiciones cambiantes. Cada milésima de segundo cuenta, cada decisión puede marcar la diferencia».
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Por su parte, Sebastian Vettel se muestra emocionado de llegar a uno de sus circuitos favoritos. Espera tener un buen fin de semana en Bélgica.
«El circuito Spa es verdaderamente único. Ninguna otra pista que visitamos tiene tantas variaciones de altura. Es un sube y baja, una característica que realmente no se puede apreciar en la televisión. La pista tiene algunos de los rincones más difíciles y agradables en el calendario, como Eau Rouge, Pouhon y las esses antes de Stavelot, que, en francés, le llaman un ‘piff paff’”.
“La puesta a punto ideal del coche es de medio a bajo en términos de requisitos de carga aerodinámica, pero todo tipo de factores pueden afectar las condiciones en la carrera. Comenzando con el clima, que suele ser cambiante. Así que tienes que ser capaz de abordar todas las variables de la mejor manera posible».
Su compañero de equipo, Charles Leclerc, llega al GP de Bélgica con los sentimientos encontrados.
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«El circuito de Spa-Francorchamps tiene un lugar especial en mi corazón. Si bien es aquí donde conseguí mi primera victoria, también es donde perdimos a nuestro amigo Anthoine el año pasado. Será difícil volver a esta pista y estará en nuestros pensamientos todo el fin de semana”.
“En términos de expectativas, será más difícil para nosotros esta vez, ya que no tenemos el mismo nivel de competitividad que en 2019. Sin embargo, hemos visto que cualquier cosa puede suceder en esta pista, especialmente con el clima impredecible”.
“Como equipo, tendremos que trabajar muy duro para sacar el máximo provecho del coche desde el viernes. En la práctica libre, debemos reunir toda la información necesaria para elegir la mejor estrategia para la clasificación y especialmente para la carrera».
Sin duda será una dura prueba para los de Maranello en términos del monoplaza. Veremos que pueden hacer los pilotos, porque Spa sigue siendo una pista en la que se necesitan buenas manos. Ferrari las tiene. El clima y las condiciones parece que serán las determinantes este año.