El efecto dominó generado por la marcha de Sebastian Vettel del equipo Ferrari ha desembocado en la incorporación de Daniel Ricciardo al equipo McLaren. Echando la vista atrás, el australiano fue una opción apetecible para los de Woking durante el año 2018.
Finalmente, el aussie rechazó su oferta debido a las horas bajas en las que se encontraba la escudería británica. Pero su temporada 2019 mejoró sustancialmente sus prestaciones. Fue el cuarto mejor equipo, incluyendo un podio en el Gran Premio de Brasil por parte de Carlos Sainz. Incluso acabaron acordando ser motorizados por Mercedes de cara al año 2021.
Sin duda, el paso adelante convencieron a un Daniel Ricciardo que dará el paso a McLaren para el año que viene. El CEO de la estructura, Zak Brown, reconoce cual ha sido el factor diferenciador que haya propiciado dicho fichaje. Ha confesado que la estructuración del equipo con su consecuente progreso era la promesa que le hizo para demostrarle que tendría en sus manos un equipo prometedor.
«Bueno, ya sabes, hace un par de años, veníamos de una temporada horrible, una de las peores en la historia de McLaren y realmente todo lo que pude hacer en ese momento fue una promesa a Daniel sobre mis intenciones. Le dije ‘sabes que son solo palabras; pero voy a conseguir un gran director de equipo, voy a conseguir un gran director técnico. Vamos a tener los recursos que necesitamos».
En ese proceso de cambio, uno de los artífices de este progreso es el director del equipo, Andreas Seidl. Se trata de uno de los nombres que más admira el propio Daniel Ricciardo en el paddock. No es la primera vez que Seidl forma parte de un proyecto que empieza desde abajo y pasa a las posiciones de podio, ya que estuvo en BMW hasta su retirada a finales del año 2009.
«Después de un año, pudo ver que cumplí con lo prometido y los resultados llegaron. Es un gran simpatizante de Andreas Seidl. Creo que tuvo un peso importante en su proceso de toma de decisiones. Dice que Andreas es un ‘monstruo».
No podemos olvidar que tendrá de compañero a uno de los pilotos más prometedores de la parrilla, Lando Norris. Mientras que el británico destaca por su juventud y desparpajo, Ricciardo puede aportar experiencia en el desarrollo de monoplazas y una capacidad sobresaliente para leer las carreras. Ninguno de ellos ha generado ningún conflicto con sus anteriores compañeros. No es para menos, son expertos en vivir la vida a través de sonrisas eternas.