Ferrari ha tenido un GP de Italia que no quisiera recordar en mucho, mucho tiempo.
Con el abandono de sus dos monoplazas, se firma una de las peores actuaciones en la historia del Templo de la Velocidad para la escudería de Maranello.
La última carrera de Sebastian Vettel en este tan querido circuito terminó mucho antes de lo esperado. Tan sólo pudo rodar 8 vueltas antes de que una falla en los frenos traseros lo dejara sin oportunidad de disfrutar su despedida.
El susto fue grande, pues a 330 km/h se quedó sin presión al llegar a la primera curva. Así lo cuenta el alemán:
“Cuando frené en la primera curva lo tuvimos claro. Desde el inicio habíamos notado problemas en los frenos traseros. Intenté ir con cuidado soltando el acelerador pronto. No sé de dónde llegó el problema o por qué. Me quedé sin el freno izquierdo”.
“Lo tengo que decir. Gracias a Dios que fue en la curva uno, porque hay mucha escapatoria, porque de pasarme en la última curva no habría sido tan bonito”.
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La Scuderia tendrá que analizar el fallo. A priori, no hay datos de las causas, así lo ha dicho Seb:
“No estoy seguro de si fue defecto en un material o fue mecánico. No he visto ni escuchado nada aún. Al rodar en tráfico siempre es más complicado enfriar el sistema, pero algo debió haber ido mal en algún lado desde el comienzo”.
El rostro de Vettel se muestra frustrado a pesar de las risas. No esconde su sentir, sobre todo al recordar que dejará la Scuderia al final del año:
“No sé qué hacer ahora mismo. Me siento igual que como las últimas semanas. Piensas que no puede ir a peor, pero ya vimos que siempre se puede (risas). No diría que es frustrante, pero simplemente es un fastidio. No tengo otra opción que seguir intentándolo de cualquier manera. El factor división ahora no está en su mejor momento”.
“Este año seguirá siendo duro para nosotros. El que viene ya no tendré que preocuparme más. Tal vez el equipo ha elegido una dirección diferente a la mía. Lo he dicho antes: seguiré trabajando para completar lo que tengo que hacer hasta el final. Por supuesto que cuando las cosas no van bien, es mucho más complicado”.
Antes de la próxima carrera, Vettel deja en claro que se desconectará unos días, y trabajará también en el simulador para preparar la carrera del festejo de Ferrari:
“Entre semana tengo algunos días libres, así que los aprovecharé para desconectarme. El martes estaré en el simulador. Ese coche seguro frenará (risas). Era de esperar esto, no estamos en el mejor momento. Pero no deja de ser una lástima que no hayamos podido siquiera participar de la carrera”.
Por su parte, Charles Leclerc tampoco las ha tenido bien este domingo. Luego de perder la trasera de su monoplaza en La Parabólica, acabó en los muros de contención con un golpe fuerte. Afortunadamente el piloto salió caminando sin ningún problema de salud.
“Me siento más o menos bien físicamente. Me duele un poco la cabeza, pero creo que es normal luego de un golpe así. No fue un problema técnico. Ha sido mi culpa. Perdí el control del coche”.
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El monegasco confiesa que no había sido fácil desde el inicio conducir el SF1000, además del tráfico:
“Antes del accidente, la carrera me había costado trabajo. Con el primer juego de neumáticos la pasé mal y bueno, también estaba el asunto del tráfico luego del Safety Car.
Cuando pusimos las gomas duras tuve varios detalles de rendimiento. Traté de empujar, pero en la Parabólica lo perdí. Honestamente no sé si le pedí demasiado al coche, pero ha sido mi error. Seguro que sí, porque terminé en el muro. Aún así había sido difícil conducir y traté de aprovechar al máximo lo que podía a pesar de los problemas d equilibrio”.
En cuanto a la próxima carrera, Mugello es un circuito de menos velocidad, lo que se espera ayude un poco a Ferrari a esconder los problemas de su monoplaza. Leclerc tiene un poco de esperanzas de mejorar en el festejo de la Scuderia:
“Sabíamos que iba a ser difícil en Spa y Monza. Pero tienes que mirar hacia adelante. Tenemos esperanzas de que en Mugello podamos mejorar. Debería ser así, por lo menos en el papel. Voy a aprovechar los 3 o 4 días que tenemos para recuperarme y luego centrarnos en el próximo compromiso”.
El GP de la Toscana será importante para los de rojo. La F1 los necesita. Esperemos que Ferrari tenga algo más y así pueda festejar de manera decorosa en su GP 1000.