Valtteri Bottas ha sufrido una carrera desastrosa en Turquía. El finlandés había clasificado 9º y, ya en la curva 1, sufría un trompo intentando esquivar a Esteban Ocon, que también había trompeado. Unas curvas más adelante, en la 9, ambos pilotos se tocaban y volvían a trompear. El coche de Bottas quedaba dañado y, en unas condiciones de pista tan complicadas, su carrera ha sido una auténtica ruina.
El piloto de Mercedes ha cruzado la línea de meta en 14ª posición. A los dos trompos de la primera vuelta, hay que sumar otros cuatro durante el resto de la carrera. El propio Valtteri explicaba así su incidente inicial:
“Trompeé en la curva 1 y me fui para atrás, pero estaba alcanzando al grupo bastante rápido. En la curva 8 estaba detrás de otros coches y podía pasar a la curva 9. Me metí al interior de la curva 9, donde había más agua y obviamente la visibilidad era bastante mala. Estaba muy ansioso, quizás demasiado. Bloqueé y le di a uno de los dos Renault. Eso fue todo”.
A partir del toque en la primera vuelta, el finlandés sufrió problemas con la alineación del volante. Además, el no tener nada que perder le hizo arriesgar. Todo eso sumado al escaso agarre del asfalto mojado causó los 4 trompos posteriores al incidente con Ocon:
“El coche estaba dañado. El volante iba hacia la izquierda en las rectas, y en las curvas a izquierdas el coche se comportaba distinto, se deslizaba. Todo lo que sucedió, ocurrió al revés de lo que debería. La carrera fue un desastre”.
“Obviamente estaba empujando todo lo que podía, porque hoy no tenía nada que perder. Cuando perdí posiciones estaba presionando al máximo y cometí errores, y también el daño de coche hacía que fuese muy complicado”.
Así, Bottas ha definido la carrera de hoy como la más difícil de su trayectoria en la máxima categoría del automovilismo:
“Puede que sea la carrera más complicada que he tenido en F1 hasta el momento, y el resultado también”, ha finalizado.