Al caer la bandera a cuadros en el GP de Abu Dhabi llega el momento de decir adiós para algunos. Ya sea porque dejan la categoría o porque cambian de equipo, la nostalgia se hace presente en el paddock de la F1. Y uno de estos es Daniel Ricciardo, quien deja a Renault para ir a McLaren.
El piloto australiano comandó todo el año al equipo francés en su lucha por ser el mejor equipo del resto y el cuarto piloto del campeonato. Sin embargo a pesar de sus pódiums una baja de rendimiento del auto en las últimas carreras lo privó de esto.
Su séptimo puesto el día de hoy y su punto extra al dar la vuelta rápida de la carrera lo dejan en el quinto lugar del mundial de pilotos. Necesitaba el pódium para descontarle a Sergio Pérez, y a pesar de una estrategia arriesgada, tras la salida del mexicano, nada pudieron hacer.
Al final de la carrera Ricciardo se dijo un poco decepcionado del resultado:
“Considerando que empecé en la onceava posición, terminar la noche en séptimo lugar es algo muy bueno. Al inicio de la carrera los neumáticos duros me permitieron atacar. El auto se sentía muy bien. Pero el auto de seguridad nos cambió el panorama. Ya no pudimos avanzar con la rapidez que necesitábamos. No podíamos dar alcance a los autos del frente.
No pudimos manejar como para pelear la tercera plaza del mundial de constructores, pero fue una campaña muy buena. El equipo tuvo grandes resultados, y sin duda el auto fue un gran paso hacia delante. Mi última vuelta en el auto, ha sido la más rápida de la carrera. Trabajé duro para lograrlo. Muy bueno. Le doy las gracias al equipo han sido dos años fenomenales. Merci beaucoup”.
Ahora llegó el momento de empacar, y regresar a casa para regresar empezando el año a Woking para sumarse a la nueva aventura con McLaren equipo que logró el tercer puesto del mundial, que ha traído nuevos inversionistas, y que espera poder pelear el siguiente año al frente.
El único pendiente que le queda a Ricciardo con Renault, es validar que Cyril Abiteboul cumpla su promesa de hacerse un tatuaje en honor al pódium de Daniel en el GP de Eifel en Alemania. Pero quizás lo sabremos hasta más adelante. Cerramos la temporada 70 de la F1, una muy especial sin duda.