Que 2020 fue una de las peores temporadas en la historia de Ferrari, es algo que todos sabemos. Los de Maranello vieron como pasaron de un 2019 en donde llegaron en ciertos momentos a mirar de tú a tú a la intocable a Mercedes, a verse en la zona media-baja de la tabla. Pero entre esos dos «estados», tuvimos el supuesto acuerdo entre el equipo italiano y la FIA.
El motor rojo de 2019, fue una y otra vez acusado de tramposo por algunos equipos de la parrilla. Existían diversas teorías sobre de donde podían venir estas mejoras. La primera de ellas, sería una recuperación extra de energía. Según especifica el reglamento sólo estaba permitido 120kW pero algunas fuentes apuntan a que el MGU-K del SF90 recuperaría 160kW.
Pero la más “seria”, hacía referencia a un flujo supuestamente ilegal durante las vueltas lentas, lo que les daría un extra. Algo que fue investigado por la FIA, y que termino en ese acuerdo «secreto» que no gusto a nadie.
Pero la pasada temporada, todo cambio. Ese acuerdo «secreto» y la ostensible bajada de rendimiento posterior, es algo que muchos piensan y pensamos que estuvo directamente relacionado. Pero, por desgracia no tenemos pruebas.
Ahora encaramos un nuevo año. Un año sin especiales novedades en el aspecto técnico, esperando la gran revolución que debe llegar 2022. Por todo eso, no se espera un gran cambio en el «statu quo», de la parrilla Por todo eso no se espera un gran salto de rendimiento en Ferrari. Si una mejora, por supuesto, pero nada como para tirar cohetes.
Pero en los últimos días, a todos nos está llegando una especie de «optimismo» extraño. Nos llega desde diferentes partes. Varias declaraciones de los equipos clientes, señalan que tienen grandes esperanzas respecto a esta «nueva» unidad de potencia del Cavallino.
Incluso desde la misma Ferrari nos llega este optimismo. Ayer mismo, en la presentación del equipo, su jefe de filas, Mattia Binotto nos lo mostraba:
“El año pasado fue una enorme decepción. No podemos repetir este resultado. Tenemos que ser mucho mejores en 2021. El año pasado nos faltó velocidad en recta, no solo por potencia de motor, sino por potencia y drag, pero hemos trabajado mucho en motor y aerodinámica, y en las simulaciones, lo que hemos podido ver es que creo que hemos recuperado mucha velocidad en recta.
Espero que la velocidad no sea un contratiempo.»
Sí, es cierto que en Maranello son especialistas es vender humo. Pero no es menos cierto, que no sé porque, parece que este año, nos lo tengamos que tomas algo más en serio.
Y en medio de todo esto, tenemos las declaraciones de Mika Salo. Hace unos días, Salo, expiloto y actual comisario, en referencia a Alfa Romeo, señaló que el bajón de las unidades de potencia Ferrari fue el resultado de un castigo:
“Alfa Romeo sufrió la mala conducta de Ferrari el año pasado. Tenían motores Ferrari y tenían que usar menos potencia, así que creo que Alfa será bastante bueno este año cuando lleguen a usar toda la potencia.
No sé si es un motor nuevo, pero sé que se les permite usarlo en toda su potencia. Tener que usar menos gasolina fue su castigo por haber sido arruinado por Ferrari el año pasado”.
Ayer Salo, salió al paso, y Donde dije digo, digo Diego. Aseguro desconocer esto y señalo que se malinterpretaron sus palabras:
«Lo que dije en una entrevista hace un par de días se malinterpretó. Me gustaría aclarar que no conozco los detalles del acuerdo entre la FIA y Ferrari.»
¿Se pasó de frenada y le ha tocado echar marcha atrás?, o ¿realmente se le fue la lengua?
Es posible que no lo sepamos nunca, pero da que pensar….