El regreso de Fernando Alonso a la F1 era algo esperado por parte de todos los aficionados al automovilismo. Sin embargo, su estreno no fue el deseado. A pesar de lograr un espectacular noveno puesto en la clasificación del sábado, el piloto español se vio obligado a retirar el coche en el Gran Premio de Bahréin.
La razón de este abandono se debía a un problema en los frenos traseros del monoplaza. A pesar de este grave problema el monoplaza, también había eficiencias con la batería lastraban el ritmo de Alonso fuera del top 10.
A priori, Alpine explicó que el problema de frenos traseros se debía a que algún escombró quedo atascado en los conductos del coche. Hoy sabemos que no fue un escombro lo que se atascó en el monoplaza, sino un envoltorio de un sándwich.
De esta forma lo explico el director ejecutivo de Alpine, Marcin Budkowski:
“Tras su primera parada de Fernando, tuvimos un pequeño problema con las baterias que nos obligó a reducir el rendimiento del monoplaza. Luego, con el segundo pit stop, un papel de envoltorio de sándwich se atascó dentro del conducto del freno trasero del coche.
Todo ello provocó altas temperaturas en la parte trasera y generó daños en el sistema de frenos, por lo que lo retiramos el coche por razones de seguridad. Fue una primera carrera muy desafortunada para Alonso teniendo en cuenta lo fuerte que se le veía».
Había muchas expectativas dentro del equipo francés con el piloto español. La primera parte de la carrera mostró estar en plena forma. Luchó por posición con Carlos Sainz y Lance Stroll en las primeras vueltas. También hubo un duelo precioso con Sebastian Vettel que nos hizo recordar tiempos pasados.
A pesar de que no fue el final deseado, el piloto español ha destacado estar contento ya que esta en un periodo de adaptación con el coche. Quién lo diría.